Me faltaron palabras
Y no pude decirte
Querida y buena amiga
Lo que hubiera querido
Te fuiste tan deprisa
Que sólo fue un teléfono
Quien me contó tu marcha
Hacia mundos ignotos
Tu hijo me respondió
Tras un largo silencio
Sin saber de ti nada:
Me dijo que no estabas
Hablamos muchas veces
Tu y yo en largas veladas
De poemas perdidos
De palabras que rotas
Cayeron en olvido
Quedaron congeladas
Te presté mi novela
De Volcanes Heridos
Y en tu revista en sueños
La volviste un ser vivo
Salido de la nada.
Escribiste el Prefacio
De mi novela amada
Escrita por las noches
Cuando el silencio hablaba
Gracias te doy Consuelo
Buena amiga del alma
Por prestarme palabras
De tu mente preclara
Y hablar de mis volcanes
En tu revista amada
IN MEMORIAM: A CONSUELO JIMÉNEZ DE CISNEROS
Por José Enrique Gil-Delgado Crespo
Académico de la Academia de Televisión
NAVIDADES 2024
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