Reseña de Consuelo Jiménez de Cisneros.
La figura del «ex» (ex-marido o ex-mujer, ex-amante o ex-novio/novia) forma parte de la crónica social y sentimental de los españoles desde hace décadas. Hay muchas maneras de relacionarse o no con un ex y muchas historias de todo tipo producidas por los ex, pero hasta la fecha, yo no había leído un texto de creación literaria dedicado específicamente a analizar los sentimientos y emociones que puede producir un ex en un autor, o en este caso, autora, la cual lo cuenta de manera autobiográfica, utilizando la primera persona del singular como voz narradora.
El libro está concebido como una sinfonía con compases que se repiten, reproduciendo el ritmo interior de nuestras vidas, con o sin ex, pues todos solemos pasear por las mismas calles y tropezarnos con las mismas personas, pero pocos son capaces de engendrar una criatura literaria de estas experiencias cotidianas.
La autora lo consigue porque ya tiene experiencia en la narración, como demuestra su lista cada vez más larga de publicaciones, todas ellas cuentos, relatos o novelas. Es decir, que se trata de una autora consagrada al género narrativo. A su experiencia de escritora se une su peculiar sensibilidad artística y humana, el arte del detalle, de profundizar en esas pequeñas cosas (las «pequeñeces» que diría el novelista Luis Coloma) tan significativas.
Se trata de una historia de mujeres (aunque eso no excluye la relevancia de algún personaje masculino), porque la ex de la novela es una mujer que ha estado ligada sentimentalmente a otra mujer. Una larga lista de mujeres aparece en la generosa dedicatoria de la autora titulada «A las mujeres de mi vida», donde se enumeran amigas, colegas y amantes con una especial mención a su pareja. A todas ellas se dirige «Con admiración, con gratitud, con amor». No todas las personas saben practicar la virtud de la admiración, ligada a la humildad, ni la de la gratitud, ligada a la generosidad. Por eso resulta reconfortante encontrarse con un libro donde las primeras páginas ya están impregnadas de estas virtudes sociales y morales que tanto escasean hoy en día.
Y por supuesto, el amor a la escritura (que implica el amor a la lectura), presente en la cita de Doris Lessing: «Y leía, leía, leía. Leía para salvar mi vida». Una cita con la que nos identificamos todos los enamorados de la palabra escrita, la palabra que salva y que sana, como dice la Biblia. Esta introducción viene a colación porque la novela puede verse como el desahogo de un alma herida cuya única curación posible reside en la comunicación. La risa y el llanto protagonizan la primera página, la somatización de las emociones que atacan el estómago. Un encuentro inesperado por la calle produce el inicio de la trama, un encuentro a un tiempo con la ex reciente y con otra mujer que evoca a su vez a otra ex remota.
Todo esto sucede en un espacio muy concreto: el Gijón de Jovellanos, cuyas palabras escritas en la piedra y pintarrajeadas por el gamberrismo urbano relucen en varios capítulos: el objetivo de la sociedad ha de ser «el bien de los demás», sentenció el ilustre escritor y político con el que la autora se identifica. Pero la historia no transcurre solo en Gijón, sino en una serie de lugares variopintos por los que transitó la autora-narradora: Rabat, Roma, Noruega… tal como se describe artísticamente en la ilustración de la contraportada.
A través de todos esos escenarios, la autora busca su identidad mediante variadas definiciones de sí misma desde diversos puntos de vista, porque un ser humano es muchas personas al mismo tiempo, y muchos sustantivos y muchos adjetivos: abstemia, huérfana, atea, ingenua (de joven y de madura), de insegura y fluctuante sexualidad… Ello lleva a una lectura en la que, al mismo tiempo que leemos a otra persona, podemos leernos a cada uno de nosotros mismos, se puede provocar una introspección que nos ayude a lograr lo más difícil según los griegos: el conocimiento de uno mismo.
El lenguaje se adapta a cada momento, situación y personaje de la novela, de modo que, aunque la novela esté escrita en un correctísimo castellano sin matices diatópicos ni diastráticos, la amiga italiana habla en italiano y la familia asturiana del pueblo habla en bable.
En definitiva, un libro sorprendente, para lectores avezados, capaces de saborear un manjar literario poco corriente, pero que vale la pena degustar.
Tiempos de ex de Lines González ha sido publicado en Madrid en 2022 por Ediciones Nobel, en la colección Clarín.