Autor: Aurelio Fresán Zaratiegui.
El 12 de febrero de este año 2021 se han celebrado los noventa años de la primera emisión de Radio Vaticano. Este hecho, histórico para la iglesia católica, tuvo lugar bajo el pontificado de Pío XI, en cuyo acto inaugural pronunció el discurso Qui arcano Dei. En dicho discurso se muestra agradecido a Dios y comunica la presencia radiofónica del Papa y de la Santa Sede en toda la creación con el nuevo medio de comunicación eclesial llamado Radio Vaticano.
El muy conocido ingeniero Guillermo Marconi, impulsor de la radio y de la telegrafía sin hilos, fue el encargado de su puesta en marcha desde el punto de vista técnico. La dirección se encomendó a los jesuitas. Desde su inicio, Radio Vaticano tuvo una vocación internacional y retransmitió en multitud de idiomas. Hoy en día, en España se puede seguir principalmente en Radio María y en la COPE. Nuestro país ha reconocido la labor de Radio Vaticano otorgándole, en febrero de 2015, el Premio Internacional de la Academia Española de la Radio.
Si hacemos unas breves reflexiones desde el punto de vista evangélico, observamos que este acontecimiento actualiza la frase de Jesús a los apóstoles: «Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo» (Mateo, 28-16). Evidentemente, el Primado de Pedro con su barca ya venía siendo dirigido por Cristo y su espíritu desde Pentecostés. La novedad que aquí surge es un signo de los nuevos tiempos a los que la Iglesia está atenta: las nuevas posibilidades de comunicación y de presencia que se abren, en este caso, a través de las ondas radiofónicas. Décadas después vendrá la informática, promovida de forma pionera por el santo adolescente Carlo Acutis, que diseñó las primeras webs de contenido religioso.
A partir de la introducción de la radio en la Iglesia, el depósito de la fe viva tendrá un medio más de reforzarse, de analizar las circunstancias históricas del momento, de informarse e informar a la comunidad católica y a todos los posibles destinatarios interesados en cualquier noticia relacionada con la misión de la Iglesia en su organización propia y en su misión salvadora universal.
Y lo habría de hacer mirándose en el espejo de los tres poderes del mandato apostólico. El primero, enseñar con vocación universal: «Id, pues, y haced discípulos de todos los pueblos» (Mateo, 28,19). El segundo, santificar: «…bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (Mateo, 28,19). El tercero, perdonar: «A quienes perdonéis los pecados, quedarán perdonados, y a quienes se los retengáis les quedarán retenidos» (Juan, 20-19)
Siguiendo los cánones de estos tres poderes comenzó su andadura y sigue funcionando Radio Vaticano, como un apartado apostólico, evangelizador y colaborador en la misión eclesial. Recordemos que las cuatro notas fundamentales de la Iglesia Católica de Roma son: una, santa, católica y apostólica, siendo la apostolicidad la característica que destacamos.
Foto: Sede de Radio Vaticano. Wikimedia commons 2009.