JORGE OLCINA. EL GEÓGRAFO HUMANISTA

Entrevista de Consuelo Jiménez de Cisneros.

Hay unanimidad en que Jorge Olcina Cantos (Alicante, 1966) es un hombre sabio y accesible. Alguien siempre ocupado, pero siempre con tiempo de atender a quien lo requiera. Presidente de la Sociedad Española de Geografía, Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, Director del Laboratorio de Climatología de dicha Universidad, ponente en el Año Internacional del Planeta Tierra (UNESCO) y revisor del 5º Informe del IPCC. Además es autor de varios libros sobre temas de su especialidad y colabora con diversos medios de comunicación de nuestro país como experto en cuestiones climáticas. Actualmente dirige la Cátedra de Cambio Climático-Aguas de Alicante. Su cara más visible en Alicante es la de Director de la Sede Universitaria Ciudad de Alicante, un espacio cultural abierto y variado que acoge los más diversos eventos. Es también Patrono de Honor de la Fundación El Cantarano, recién constituida.

El Cantarano.- Empecemos por el principio. ¿Cómo surgió tu vocación por la geografía?

Jorge Olcina.-En 1984 inicié estudios de Geografía e Historia en la Universidad de Alicante. Entonces una universidad recién creada, con un campus en construcción. Mi intención inicial era hacer la especialidad en Historia. Me encantaba la Historia Antigua (Egipto, Grecia, Roma,…). Pero cuando fui cursando las asignaturas de Geografía, me fue “enganchando” esta disciplina científica y finalmente escogí la especialidad en Geografía a partir de 4º curso. Desde entonces hasta ahora. No podría entender mi vida sin la Geografía. Creo que es una de las materias esenciales que necesita el ser humano para poder desarrollar labor civilizadora. Es el “dónde” del sistema de referencias esenciales de toda sociedad.

El Cantarano.- Vamos a un tema polémico. Como experto en clima, ¿que dirías a quienes niegan el cambio climático?

Jorge Olcina.-Últimamente ya no entró en ese debate. El cambio climático actual, forzado por la mano del ser humano con sus emisiones de gases que generan efecto invernadero en el balance energético de la Tierra, es un hecho comprobado con datos. Es una evidencia científica. Pero no se puede hacer nada con los que no quieren aceptar la verdad científica. Hay quien cree que el cambio climático puede abordarse como un tema de “creencias”. Pero el cambio climático es una cuestión de “evidencias”, de evidencias de la ciencia. Es una hipótesis de investigación que se está verificando con la realidad de unos datos atmosféricos que no ofrecen duda.

El Cantarano.- Hemos visto en tu bibliografía que tienes un par de títulos sobre riesgos naturales: sequías, inundaciones, sismicidad… ¿Cómo ves al hombre del siglo XXI frente a la naturaleza? ¿En qué hemos progresado y en qué hemos retrocedido?

Jorge Olcina.-Es un tema curioso. Hasta los años cincuenta del pasado siglo, el ser humano en sus implantaciones sobre el territorio (ciudades, actividades económicas, infraestructuras) tenía respeto por el funcionamiento del medio natural en el que desarrollaba su labor. A partir de entonces, el desarrollo de la ciencia y de la técnica, que permitió por ejemplo llegar a la Luna, generó una sensación de superioridad del ser humano sobre la naturaleza que la entendió como un medio a su servicio, como un espacio para desarrollar todo lo necesario en aras al desarrollo colectivo. Y a partir de ahí comenzaron a generarse “territorios de riesgo” y sociedades con elevada exposición y vulnerabilidad ante los peligros de la naturaleza. Porque la naturaleza no siempre se comporta de forma tranquila; en ocasiones se manifiesta con toda su fuerza y es cuando se generan las catástrofes. Es una paradoja pero el progreso ha favorecido un retroceso en las relaciones entre el ser humano y su medio natural. Solo en las dos últimas décadas y en algunos países o regiones (p.e la Unión Europea) se está intentando revertir esta situación. Pero en gran parte del mundo se siguen “creando” espacios de riesgo por una desacertada intervención humana sobre el territorio.

El Cantarano.- También hemos visto que eres autor de un libro sobre la enseñanza de la geografía. ¿Qué consideras que es esencial para la formación de los jóvenes en esta materia? ¿Crees que los actuales programas educativos se ocupan suficientemente de ello?

Jorge Olcina.-Es fundamental. Recientemente el servicio de publicaciones de la Universidad de Alicante, que es de los mejores que hay en la universidad española, ha publicado una monografía sobre la enseñanza de la Geografía en el siglo XXI, que hemos coordinado Álvaro Morote, profesor de didáctica de la Geografía en la Universitat de València y yo mismo. En la presentación del libro señalamos lo siguiente: “La existencia del ser humano en la Tierra es, básicamente, Geografía. No se puede desarrollar acción de civilización sin un espacio geográfico donde habitar. Por eso, la Geografía es, o debe ser, la disciplina científica principal en la formación del ser humano. El “dónde” es un elemento básico en el sistema de coordenadas del pensamiento. Seguramente el más importante para el desarrollo del resto de habilidades intelectuales y sociales de una persona. De ahí que el conocimiento de los hechos geográficos, primero, y la transmisión de los mismos, después, son las tareas que han preocupado, en todo momento histórico, a la disciplina geográfica. Cambian, eso sí, las formas de conocer y de transmitir conocimientos, de ahí la necesidad de la actualización constante en la enseñanza de los conceptos, métodos, recursos y contenidos geográficos”. No añadiría nada más. La enseñanza de la Geografía en la sociedad es esencial.

El Cantarano.- Además eres coautor del libro «Geografía regional de España. Espacio y comunidades». Ciertamente las fronteras administrativas no siempre coinciden con las geográficas. ¿Cómo ves esa cuestión en la actualidad? ¿Crees que influye en la vida de las comunidades?

Jorge Olcina.-Nuestro país tiene una realidad territorial compleja. Eso hay que entenderlo y respetarlo. Siempre desde los límites que nos señala nuestra Carta Magna. Somos un país de funcionamiento prácticamente federal, pero sin existencia de verdaderas federaciones, lo que supondría que todas las Comunidades Autónomas tendríamos las mismas competencias y los mismos mecanismos de financiación. Cosa que no ocurre. Soy partidario de la España de las Autonomías. Creo que es un sistema político muy idóneo para nuestro país. Y si no se ha desarrollado más y mejor, ha sido por la calidad de la política, esto es, de los gestores políticos que lo han desarrollado. Y también por la falta de coordinación de políticas por parte del Estado central, que nunca ha querido, salvo casos contados (p.e. gestión del COVID-19) coordinar acciones para que todos desarrollásemos las mismas políticas. Lo mismo habría que hacer en educación, ordenación del territorio, por ejemplo. “Federal” viene de “foedus”, que significa pacto, acuerdo. Pero esto no se entiende bien en nuestro país, donde cada cual quiere ir a lo suyo, a defender sus intereses, sin pensar en el bien común. Esto es lo que está pasando en España.

El Cantarano.- Has estudiando Europa como territorio geográfico. ¿Qué políticas piensas que serían las más adecuadas para la previsión de riesgos y un mejor uso del territorio?

Jorge Olcina.-Europa es esencial para España. Lo mejor del desarrollo de nuestro país en las últimas décadas ha venido de la mano de las políticas, programas, financiación europea. Yo siempre les digo a mis alumnos en la universidad que las elecciones más importantes a las que nos convocan para votar son las europeas. Pero lamentablemente tenemos más interés por la escala estatal, regional y local en este tema. También tiene que ver con la falta de mayor información a la sociedad de lo que ocurre en la Unión Europea, de las decisiones que se toman, de sus efectos… En materia de medio ambiente, nuestro país no hubiera experimentado la mejora que ha tenido desde 1985 si no hubiésemos pertenecido a la Unión Europea. En materia de reducción del riesgo y de mejor gestión del territorio, de gestión sostenible del territorio, han resultado fundamentales la aplicación de las Directivas europeas de aguas, de prevención de inundaciones, de impacto ambiental. Y la adopción de las determinaciones de sostenibilidad territorial en la planificación urbana y territorial de la Estrategia Territorial Europea.

El Cantarano.- En tu condición de Director de la Sede Universitaria Ciudad de Alicante, ¿qué destacarías dentro de la programación de la Sede y qué crees que aporta a la ciudad esta institución?

Jorge Olcina.-La Sede se ha ido convirtiendo desde sus orígenes en un espacio de ciencia y cultura para la ciudadanía de Alicante. Yo he tenido la suerte de heredar la labor inmensa que desarrollaron sus cinco directores anteriores (Concha Bru, Manuel Alcaraz, Emilio Soler, Catalina Iliescu y Josefina Bueno). Ellos fijaron las líneas maestras en las que se sustenta la labor de la Sede: rigor, calidad, pluralidad, cercanía,… academia. En los últimos años, hemos desarrollado espacios temáticos de debate que están teniendo muy buena acogida (Aulas de la Salud, de la Ciencia y la Tecnología, de la Ciudad, de Filosofía, de Científicas de Letras, de Grecia, …). Y hemos dado un protagonismo creciente a las actividades de música, a las exposiciones artísticas, gracias al conocimiento del tema y buen criterio de nuestra técnica en la Sede, María Marco. Tengo la enorme suerte de poder trabajar junto a la profesora Ana Laguna, en la actualidad delegada de la Rectora para las Relaciones con la Sociedad Alicantina. Ana es una mujer ejemplar, con una fuerza y empuje, con un ánimo en el trabajo, increíble, con unos valores humanos entrañables. Ella siempre me dice que formamos un buen equipo. Y yo añado que mi trabajo en la Sede no podría entenderlo sin ella, sin su consejo, sin su cercanía. La Sede es algo más que un espacio de cultura o divulgación científica; es un espacio de relación humana.

El Cantarano.- ¿Qué te gustaría añadir antes de finalizar esta entrevista?

Jorge Olcina.-Una de las mayores satisfacciones de estos años como director de la Sede de Alicante ha sido conocer a personas maravillosas de la cultura de nuestra ciudad, de nuestra provincia, que aman la cultura, que la defienden, que la promocionan. Todo sin ningún interés económico, político, ideológico. Simplemente por su amor a la cultura y la ciencia. Eso es fantástico. La Sede está siendo un espacio de enriquecimiento personal impagable. Agradezco a los equipos rectorales y muy especialmente a los dos rectores (Manuel Palomar, Amparo Navarro) que apostaron por mí para conducir este “trocito” de nuestra Universidad en la ciudad de Alicante. La confianza puesta en mi persona, nunca podré corresponderla como merecen. Quiero destacar el empuje que nuestra rectora, Amparo Navarro, ha dado a la Sede en estos años. Ella es defensora incondicional de la Sede; desarrolla muchas reuniones en su despacho del edificio de Ramón y Cajal. Ha sido un puntal esencial, por su especialidad científica, para la puesta en marcha, recientemente del despacho de nuestro alicantino universal, Rafael Altamira, que han cedido sus descendientes a la Universidad de Alicante y que puede visitarse en la Sede. Ha impulsado la creación y actividades posteriores del Programa Senior, que tiene su base de operaciones en las instalaciones de la Sede.

Quiero tener, por último, unas palabras muy especiales para todo el equipo humano de la Sede, para todos y cada uno de ellos, por su trabajo, por su apoyo, por su ilusión, por su siempre amable disposición para trabajar por y para la Sede. Es una “familia” única sin la que no podría entender mi trabajo en la Sede.

El Cantarano.- Gracias por haber compartido tus reflexiones con los lectores de El Cantarano. Y como siempre, nos vemos en la Sede…

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