Redacción de El Cantarano.
Cuatro amigos alicantinos amantes de la poesía que coinciden con Alfredo Gómez Gil en el Club de Regatas, decidieron ofrecerle un testimonio de su admiración y su amistad escogiendo o componiendo para él un poema en ocasión de la presentación de su última obra publicada: Galope.
A la espera de tener la oportunidad de leer directamente sus versos a nuestro insigne paisano, los transcribimos aquí, siguiendo las viejas tradiciones de las «coronas poéticas» dedicadas a los autores cuyos merecimientos lo requieren. El orden de aparición de los versos se corresponde con el orden alfabético de sus autores: Juan Miguel Asensi, Carmen Amérigo, Consuelo Jiménez de Cisneros y Francisco Mas-Magro.
A Alfredo Gómez Gil
Mezcla la noche
cantos de rana y grillo.
Ruinas y sombras.
JUAN MIGUEL ASENSI TORREGROSA
ABRID
ABRID a todo lo desconocido,
que las luces me iluminen y las sombras desaparezcan.
Brillando mi espíritu en el invierno.
ABRID esos brazos de par en par, para amar a lo extraño.
Dadle a la poesía todo lo permitido y que mi cuerpo se entregue rendido.
ABRID para sentir esa soledad,
escribid en la noche oscura y profunda, cuando todos los mortales duermen.
Virtud tiene la palabra escrita,
cuando el sonido completa la idea.
Poemas con diferentes caras, dislocadas y escalonadas,
abiertas a la mente que crece.
ABRID dejando paso a los pensamientos, tornados en seres vivos y latentes.
Suenan las melodías cadenciosas,
de tenues timbres silenciosos.
Voces melodiosas que arrullan sus sedosas y largas cabelleras,
que se diluyen en espacios hermosos.
CARMEN AMÉRIGO
PARA ALFREDO GÓMEZ GIL POR SU POEMARIO «GALOPE».
Al galope tu verso resonante
va a parar a la mar, que es su destino,
a ese mar nuestro árabe y latino
que nos viera crecer en Alicante.
Ese mar entre luces fulgurante
bajo un cielo tan claro y diamantino
que inspira el arte como el desatino
y que «ofrece sosiego y luz radiante».
Alfredo que has volado por los mapas
con la felicidad tersa de un niño
que aprende cada día lo que pasa.
Viajas por continentes donde atrapas
el saber y el amor, paz y cariño;
pero vuelves aquí, que esta es tu casa.
CONSUELO JIMÉNEZ DE CISNEROS
RESPETO A ALFREDO GOMEZ GIL
Marché de Ulises barato
a recorrerme tendencias
y al regreso descubrí,
desde el borde de tu pecho
hasta mi suela y garganta
alerta y definitiva
mi afición asegurada.
(Póliza)
Como un ave gloriosa.
Golondrina
en vuelo circular y estridente.
Silencioso viajante
alado de inquieta solera.
Libre verso herido
que desnuda
el trazo de la estrofa libre.
Voz
cuyo acento emancipado es palabra
de nervio rebelde.
Y en el pensamiento,
la utopía objetiva
de tu subjetiva
existencia
es,
aun en la distancia,
abrazo
caliente
y cierto.
Tu condición de poeta
vibra
en un silencio conmovido.
Vibras tú,
exiliado peregrino,
al fin,
hombre de frente anclada
en este suelo
que te acoge.
Vanguardia estremecida.
Ventana de niebla, adiós esquivado
en el bordado de la dulce bienvenida.
Corazón tierno
disimulado
a otros ojos:
¡Quién te viera!,
Alfredo,
cantor de nanas.
Arrullos de blando espasmo
de niñez
jamás olvidada en tu rincón
de hombre
bueno.
Hombre bueno
y amigo.
Luz y camarada
de poetas.
FRANCISCO MAS-MAGRO Y MAGRO