Consuelo, bonica, te has ido sin aprobar una asignatura que tienes y que tenemos pendiente.
Tu abuelo siempre decía que su mayor ilusión era darle “una digna ubicación” a los fondos depositados en el Instituto Jorge Juan. Yo me apropié de esa iniciativa de dar “una digna ubicación” a ese patrimonio que nos legó tu abuelo porque estamos convencidos de que Alicante tiene una joya.
Me empeñé como él, pero tampoco lo conseguí.
Defendiendo el legado de tu abuelo, te conocí y desde ese momento, has contado conmigo para acompañarte en ¡tantas cosas! y ahora, sin ti. ¿Quién me va a poner esos deberes que me gustan?
No estaría mal que “las nietísimas” como te gustaba llamaros a ti y a Pilar Altamira, la nieta de Rafael Altamira, desde lo más alto, nos dierais instrucciones.
Nos has dejado huérfanos de tu incesante inquietud, presentaciones de libros, conferencias, legado del abuelo, artículos, concursos literarios y un largo etc.
Un no parar.
Consuelo, ESTO VA POR TI.
Nuestro recuerdo te acompañará siempre.
Un fuerte abrazo.
LOLA MOLLÁ
Amiga del Instituto de tu abuelo.
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