CALLE DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS, ANTIGUA CALLE RAMIRO DE MAEZTU

Cartel Exposición Daniel Jiménez de Cisneros

Autora: Consuelo Jiménez de Cisneros.

El Ayuntamiento de Crevillent (Alicante), en sesión celebrada el pasado mes de marzo, ha aprobado dedicar una calle a mi abuelo, el geólogo Daniel Jiménez de Cisneros, como reconocimiento a sus méritos científicos y didácticos y en especial por sus estudios sobre la Sierra de Crevillent. La propuesta venía avalada por más de un centenar de firmas de universidades, instituciones y personalidades de toda España.

Esta sería una buena noticia si no fuera porque la calle que se pretende dedicar a mi abuelo forma parte de una lista con un cambio de denominaciones muy discutible, pues la mayoría de los nombres que se quitan deberían permanecer, por tratarse de crevillentinos ilustres o, en el caso de mi abuelo, nada menos que de Ramiro de Maeztu, escritor indispensable en la historia literaria española del siglo XX. Ramiro de Maeztu fue amigo y correligionario de Azorín en su juventud, componente del Grupo de los Tres (Azorín, Baroja, Maeztu) de la Generación del 98. Diplomático, académico, ensayista y poeta, que escribió, entre otras muchas obras, Defensa de la hispanidad, donde defendía y difundía el concepto de «Hispanidad», y Don Quijote, don Juan y la Celestina, obra de consulta, para mí imprescindible, que usaré en breve en mi trabajo sobre el mito de don Juan. Ramiro de Maeztu fue asesinado al comienzo de la guerra civil. Quitar su nombre no es Memoria histórica: es olvido e ignorancia.

En Crevillent hay, o debería haber, espacio suficiente para todos. Y todos, de una ideología o de otra, deberían ser reconocidos por sus méritos objetivos en lugar de sufrir una “damnatio memoriae” por razones políticas. Mi abuelo podría haber tenido una calle o una senda sin quitarle el nombre a nadie.

No ha sido la familia, como he leído en alguna parte, quien promovió esa dedicación de calle a Daniel Jiménez de Cisneros, sino los crevillentinos Daniel Belmonte y Ana Satorre, trabajadores incansables a los que es de justicia reconocer el mérito y el esfuerzo realizado cuando hace tres años, en 2019, coordinaron eventos varios en torno a la figura de Daniel Jiménez de Cisneros, apoyados por otras muchas personas de Crevillent y de otras latitudes, incluida la familia: una exitosa exposición que se ha reconvertido en permanente en la Casa de Cultura de Crevillent, publicaciones, cursos, conferencias, talleres, excursiones… y desde luego, los trámites y apoyos para la dedicación de la calle. ¿Por qué no se le concedió la calle en aquellos momentos, los más oportunos, habiendo calles y sendas sin nombrar? ¿Cómo se justifica esa dilación?

Con la actual propuesta ya aprobada, mi abuelo cuenta con una calle en Crevillent, pero yo nunca podré sentirme satisfecha de la forma en que se la han adjudicado. Y para mí siempre será, y así la citaré: Calle Daniel Jiménez de Cisneros, antigua calle Ramiro de Maeztu.

Imagen: Composición fotográfíca de Daniel Jiménez de Cisneros empleada en los eventos de Crevillent, 2019.

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