Reseña de Consuelo Jiménez de Cisneros.
Hace unos meses, en ocasión de mi intervención en el VII Encuentro con la Poesía «Otoño Hernandiano», Aitor Larrabide, Director de la Fundación Miguel Hernández al que entrevistamos en este mes, puso en mis manos varios libros y entre ellos este que me llamó particularmente la atención. Se trata de una recopilación de poemarios de Miguel Ruiz Martínez, poeta de Redován, pueblo cercano a Orihuela. Este poeta siguió escribiendo versos hasta sus últimos momentos y dejó preparados dos poemarios inéditos que aparecen como póstumos en este volumen.
Lo primero, hay que saludar la iniciativa de recoger así la obra de un poeta que ya es obra cerrada y a la que solo cabe añadir poemas sueltos o dispersos en publicaciones colectivas, revistas, etc. Y esta iniciativa no habría sido posible sin la participación de personas muy diversas: desde la familia del poeta que aportó sus versos inéditos hasta el prologuista, José Luis Zerón, que hace un extraordinario recorrido por la vida, la poesía y la relación amistosa que le unió al poeta. Siendo Zerón también poeta y además profesor, tiene todo a su favor para hacer un precioso trabajo que une lo más íntimo y personal con lo público y literario. Justo es mencionar el apoyo de la Fundación Miguel Hernández que se hace cargo de la edición con la colaboración del Ayuntamiento de Redován, lugar natal del poeta como hemos indicado.
En la coordinación cultural del libro hay que citar, junto a Zerón, a Ada Soriano, José Manuel Ramón y José María Piñeiro. Los cuatro compañeros de la prestigiosa revista oriolana Empireuma fueron quienes tuvieron la idea de recopilar la obra poética completa de Miguel y realizaron juntos el esmerado trabajo de edición.
Resulta difícil añadir algo al certero análisis de José Luis Zerón, que en tantos poemarios ha dejado su impronta de comentarista sensible y erudito. Solo nos queda recomendar la lectura de este libro de poesía tan especial que todos los amantes de la lírica sabrán valorar y disfrutar.