Reseña de Consuelo Jiménez de Cisneros.
Ventana de Teresa Álvarez Olías es una libro muy peculiar, que aúna el papel con las nuevas tecnologías. Los códigos QR acompañan los relatos, permitiendo una mayor comunicación con la autora y ofreciendo contenidos añadidos como una entrevista radiofónica o un acto de presentación de su libro.
Ventana además es un libro especial para mí, porque el Prólogo lo redacté hace tiempo y lo he releído cuando ya había olvidado lo que había escrito. De ese Prólogo señalo la coincidencia en dos ciudades que compartimos la autora y yo: Madrid y Alicante. También querría enfatizar el feminismo razonado y razonable de la autora, que se centra en las experiencias y sentimientos de mujeres «reales», de heroínas de lo cotidiano, de diferente edad y condición, para cuestionar un sistema y una sociedad que no siempre lo ponen fácil.
El volumen contiene un relato que fue premiado en un concurso literario, el II Premio de Relatos Cortos María Eloísa García Lorca 2014. Se trata precisamente del primer relato, protagonizado por una mujer embarazada, que da título al conjunto, y de ahí esa Ventana que se nos abre sobre el universo íntimo y literario de la autora. Una autora que busca y pide la comunicación con el lector, como explícitamente lo manifiesta en su texto a modo de epílogo «Palabras de la autora». Una persona que agradece lo que recibe, virtud esta rara como piedra preciosa, y dedica una página final a ese reconocimiento a su editora-ilustradora y a su prologuista.
La importancia que para la autora tiene la familia no solo se aprecia en los temas de los relatos, sino también en la dedicatoria inicial que recoge, con nombres propios, a su esposo y sus tres hijas.
Los seis relatos que se ofrecen en este libro presentan variados ambientes en los que la autora nos sumerge con habilidad y naturalidad: La ventana de corte social, costumbrista y feminista; El vino, melancólica evocación de la infancia campestre; Luces en la noche, una historia de amistad entre mujeres donde el futuro no se parece al pasado; Cena en casa de mis abuelos, una memorabilia familiar, temática en la que la autora es tan experta; Adiós a los almendros y a las lilas o el soliloquio de una mujer abandonada; y finalmente, el original y espectacular relato Un día de mi vida que se mete en la piel de una adolescente, futura reina de España, y es capaz de imaginar qué siente y cómo siente en un valiente ejercicio de costumbrismo ficcionalizado.
El libro concluye con una enumeración de los títulos publicados, hasta la fecha, por la autora y de los que tiene previstos publicar en breve. También publicita el Taller de edición para escritores en el que colabora.
Dejemos, para terminar esta reseña, que hable la autora: «Escribí estos seis relatos para llegar a tu alma, a tu corazón, a tu mente, amable lector o lectora a quien el azar te ha llevado hasta mi libro, ya seas hombre o mujer, joven o mayor, de pensamiento liberal o conservador. Busco la belleza en la expresión, proyectando distintos diálogos y narraciones, y busco también tu complicidad: ya sea crítica o conforme». Confío en que haya muchos lectores que la respondan como ella merece.