Autora: Teresa Vidaechea. Catedrática de Geografía e Historia.
Sentados en el sillón de la sobremesa, asistimos a una guerra televisada. Un drama real en el que mueren adolescentes que van a la guerra sin saber para qué: muchos otros niños que ni siquiera van mueren de forma cruel cuando duermen o juegan o lloran aterrorizados: un crimen colosal de una sociedad de cavernícolas con móviles y ordenadores que no sabe dirimir sus diferencias por la vía del diálogo, por la vía diplomática. No tiene perdón de Dios.
La película es de las peores de vaqueros que puedan verse. Desde el principio sabemos quiénes son los malos y quienes son los buenos. Está claro, ¿no?. Putín es malísimo, un asesino que invade un país de santos inocentes, y por supuesto lo son: todos los que mueren. Invadir un país es barbarie y no tiene perdón, está claro; pero ¿podía haberse evitado? ¿Qué nos cuentan y qué nos ocultan? Sin dificultad podemos encontrar en Google artículos, en principio serios, que cuestionan muchas de las noticias que nos tragamos por una vil manipulación de las imágenes. Alucinante, el mundo en el que vivimos, más tecnológico y conectado que ningún otro, es por ello culpable de que no sepamos ni la mitad de la media de lo que nos cuentan del otro o de nosotros mismos. Las manipulaciones de la época de Hitler son un chiste al lado de las posibilidades de manipulación que tiene nuestro tiempo. Sólo tenemos el derecho a la duda, que no es poco, y en eso estoy.
¿No podía haberse evitado esta guerra absurda, todas estas muertes sin sentido con las que se pretende doblegar al enemigo? ¿Cuántas más tiene que haber para que pare el sinsentido? ¿Realmente nosotros, los europeos de la UE, los miembros de la OTAN, representamos, como se pregona sin cesar, la cultura, la razón y la democracia?
¿Por qué no se llegó a un acuerdo? ¿Por qué la negativa a conceder la autonomía a las regiones del este de Ucrania acordada en los acuerdos de Minsk de 2014?. ¿Por qué existe la OTAN si no existe el muro desde 1989, si ya terminó la Guerra Fría? ¿Es para que vuelva el muro, ahora con China y Rusia enfrente? ¿Y luego qué? ¿Es que algunos quizás no quieren aceptar que se acabó su hegemonía incontestable?
En el año 2014 en Ucrania hubo un golpe de estado y de malas maneras, con interferencias extranjeras- está demostrado- destituyeron a un presidente elegido por las urnas, que tenía buenas relaciones con Rusia, para poner a otro contrario a ellas y defensor de la Unión con la UE y con la OTAN. ¿Por qué no se nos contó?
¿Por qué no se cuenta que la región del Donbass ha sido brutalmente reprimida desde 2014? Han muerto miles y miles de ciudadanos ucranianos rusos insatisfechos y frustrados por la política oficial. Está documentado. Y por último, ¿alguien nos puede explicar por qué la UE, en lugar de buscar la fuerza e independencia necesarias para decidir las alianzas estratégicas que le convienen a escala europea y mundial, recuperando su antigua relevancia perdida ya, elige ser la aliada subordinada de EEUU? Y ello en lugar de mantener unas relaciones naturales con este país amigo acrecentando las mantenidas con Rusia, un estado europeo que posee las materias primas y las fuentes de energía que la Unión Europea necesita. No me digan que todo se debe al peligroso expansionismo ruso porque muchos no nos lo creemos, sencillamente porque no es cierto.
Y finalmente, ¿quién está ganando con esta guerra aparte de los que venden armas, gas y petróleo?