LUCA ESPINOSA: ARTE Y VOZ

Entrevista de Consuelo Jiménez de Cisneros.

Hemos conocido a Luca Espinosa (nombre artístico de Luisa del Carmen Espinosa Gil) a través de un familiar suyo crevillentino, el profesor y arqueólogo Daniel Belmonte. Crevillent es una mina de artistas de la voz. Y si el año pasado entrevistábamos al trío Unbeldí Sisters, este año le toca a esta talentosa cantante y actriz que ha protagonizado la ópera La Bohème (Puccini), interpretando el rol de Musetta y continúa la gira del espectáculo Carmina Burana (C. Orff), adaptación de La Fura dels Baus. Cabe recordar que este espectáculo se lleva rodando mundialmente desde 2009.

Basta mirar a Luca, y sobre todo verla actuar, para entender que está llena de personalidad y fuerza. Y basta asomarse a su currículo, con una serie de premios y éxitos que dan fe de un importante recorrido artístico, para admirarla. Pero queremos conocerla de cerca, fuera de las tablas de un escenario. Saber por su propio testimonio cómo ha sido la trayectoria de esta mujer crevillentina en el mundo, siempre complicado, de las artes escénicas.

Luca Espinosa canta con la orquesta de cámara del Conservatorio Superior de Música «Óscar Esplà» de Alicante.

El Cantarano.- Empecemos por el principio. ¿Cuándo fuiste consciente de tu vocación musical y cómo empezaste a cantar?

Luca Espinosa.- Tenía tan sólo 5 añitos cuando les dije a mis padres que quería ser pianista. No sabía de dónde venía esa inquietud, porque en mi familia no hay antecedentes, pero yo lo tenía claro. Les dije que quería un piano de cola blanco. Ellos, ante la incredulidad de la situación, me compraron un tecladito pequeño; blanco, eso sí. ¡Este! Yo al verlo, sentí tal decepción que lo tiré al suelo. Se rompió la tapa donde iban las pilas, pero mi padre lo solucionó con cinta aislante. Era lo que tenía y empecé a tocar las teclas, conociendo poco a poco los sonidos. Al día siguiente, mi madre se dio cuenta de que estaba buscando los sonidos, e iba juntándolos, de forma que podía percibirse un esbozo de melodía de los dibujos animados que yo veía de pequeña. A los 4 o 5 días de tener aquel teclado, estaba torpemente tocando las melodías de “La Pantera Rosa” y “El Inspector Gadget”.

Fue entonces cuando mi madre habló con mi padre y decidieron llevarme a una academia. A la semana de estar yendo, la profesora les comentó a mis padres que avanzaba muy rápidamente, que habían hecho un buen trabajo de iniciación donde fuera que hubiera ido antes. Con lo que mis padres se sorprendieron, al igual que la profesora, porque yo no había ido a otra academia, ni nadie me había enseñado nada con anterioridad. En la academia había un coro y pronto la profesora me diría de cantar en él. Ese fue mi primer contacto con el canto. A partir de ahí, toda mi vida estuvo ya repleta de música, con el piano y el canto.

Fue curiosa la forma con la que me aceptaron en el coro. Yo no conocía nada, no sabía cantar. Y la profesora se puso a tocar en el piano notas, que yo tenía que imitar. Primero eran notas sueltas por toda la extensión del piano. Se trataba de ver si yo reconocía esos sonidos y podía imitarlos. Luego siguió con las escalas, subiendo y bajando por toda la extensión del piano. Llegó un momento en el que me dijo: “Ya está, eres soprano, pero vas a cantar de tercera”. Yo asentí con la cabeza, pero no sabía a qué se refería. Era muy pequeñita, aún no tenía 6 años. Bien, pues así empecé a cantar en el Orfeón Euterpe, de aquí, de Crevillente.

Con el tiempo, me di cuenta de que había niñas que hacían la melodía de las canciones que cantábamos, incluso cantaban los solos. ¡Y yo quería hacer eso! Pero no, yo cantaba de tercera. Hacía la voz más grave de todas las canciones que cantábamos… ¡no me lo podía creer! En fin… Pasó el tiempo y nos hicimos mayores. Y con ello, los cambios. ¡Por fin cantaba de primera! Y llegó mi momento de gloria. Ese día tan esperado de hacer un sólo. Recuerdo que canté en un concierto una canción popular vasca: “Aurtxoa Seaskan”, de Gabriel Olaizola. Estaba nerviosa, pero me sentía fenomenal. Muchos solos más vinieron y con ellos, mi ilusión por estudiar canto en serio.

Luca Espinosa en el papel de Clarita de la zarzuela «La del manojo de rosas» de Pablo Sorozábal. Coral Crevillentina.

El Cantarano.- ¿Y así empezó tu carrera profesional?

Luca Espinosa.- En verdad yo quería ser solista, me quería dedicar a ello. Fue cuando hice las pruebas de acceso al Conservatorio Municipal de Elche y se puede decir que así empezó mi vida profesional. Pronto me daría cuenta del verdadero sacrificio. No se trataba sólo de cantar. Había muchas más asignaturas… alguna que se hacía muy pesada y costaba horrores asistir cada semana. Pero sabía que tenía que hacerlo por el bien de mi futuro. Tenía que tener una buena base, tanto práctica como teórica. Debía adquirir los conocimientos suficientes para ser autosuficiente y poder hacer lo que me gustaba por mí misma. ¡Pero era un no parar! Nunca se deja de estudiar en esta carrera: Historia de la música, armonía, contrapunto…técnica vocal, repertorio, idiomas… repentización, transposición, acompañamiento… Era mucho trabajo, pero lo compensaba la satisfacción de saber leer una partitura. De entender cómo está compuesta, el porqué de su forma. La tonalidad, las dinámicas, el tempo. Repeticiones y matices. Era como cuando se aprende a leer y coges un libro, pero con música. Realmente satisfactorio.

Luca practicando ballet.

El Cantarano.- A lo largo de todo ese tiempo de formación, ¿has tenido alguna persona de referencia o algún profesor o profesora especial?

Luca Espinosa.- En cuanto a mis profesores, todos me han aportado algo importante y a todos les debo un poquito de lo que soy hoy. Y un claro referente para mí siempre ha sido La Callas por muchos motivos. Aparte de tener un instrumento privilegiado y un saber hacer especial, fue muy tenaz en su carrera. Era la primera en entrar a las clases de su profesora y la última en salir. Asistía a todas las clases de sus compañeros y se empapaba de errores, consejos y forma de hacer de todos. Y su temperamento la llevo a grandes tragedias, pero también a sus mayores triunfos.

Luca Espinosa, ganadora del premio internacional de la Sociedad de Conciertos de Alicante en 2014. Con el pianista José Jaime Hidalgo de la Torre.
El Cantarano.- Sabemos que tus interpretaciones han sido reconocidas y premiadas. Cuéntanos algo sobre esto.

Luca Espinosa.-He sido finalista en muchos concursos de canto y premiada en varias ocasiones. Gané el primer premio del jurado y del público en el Certamen Internacional de Habaneras para Solistas de Torrevieja (Alicante). También en Candás (Asturias) gané el primer premio y obtuve también el Premio de Interpretación de la Sociedad de Conciertos de Alicante. La gira con el espectáculo Carmina Burana de La Fura del Baus ha sido el espectáculo estrella, por decirlo de alguna manera, ya que lleva interpretándose más de 15 años por todo el mundo. He de decir que dichos reconocimientos son muy alentadores, pero mi recompensa siempre ha sido y será los aplausos y el calor de mi público.

Luca Espinosa desfilando en el ballet Lucha.

El Cantarano.- Aparte de los premios, ¿cuáles han sido las mejores experiencias en tu carrera artística?

Luca Espinosa.- Habré hecho infinidad de conciertos, actuado en cientos de teatros y auditorios del mundo. He compartido escenario con compañeros de profesión, unos más conocidos que otros, pero no por ello mejores. Me han dirigido muchos directores famosos también y acompañado muchas orquestas. Es una sensación indescriptible, ponerse delante de una orquesta y que tu voz suene por encima de todos ellos. Aunque no siempre nos acompaña una orquesta. También cantamos acompañados por un piano, una guitarra, un pequeño grupo instrumental, incluso yo he hecho conciertos en los que me ha acompañado una marimba.

Una etapa muy gratificante fue la del Palau de les Arts (Valencia). Fui seleccionada para entrar en la 1ª edición del Centre de Perfeccionament Reina Sofía, siendo el Mtro. Alberto Zedda, en conjunción con su mano derecha, el Mtro. Pérez Sierra, los que nos llevarían de la mano durante todo un año. Allí trabajé con grandes profesionales, tanto de la escena, como de la dirección y el canto. Y premio por mi valía, el propio Palau me contrató para 3 de sus producciones: Ascanio en Les Troyens (H. Berlioz), Soldado en Salomé (R. Strauss) y Esmeralda en Prodaná Nevêsta (Smetana).

Y las reacciones del público al escucharte y los aplausos, son lo más gratificante. En ese momento no te importa todo el esfuerzo que has hecho para llegar hasta ahí y hacer lo que que más te gusta. Lo harías una y mil veces, es como una droga, pero buena.

Luca Espinosa en uno de los espectáculos de calle con el Grupo Asia.

El Cantarano.- Es bien conocida tu versatilidad y tu capacidad para trabajar en espectáculos muy variados, pero sin duda la ópera es el género que supone mayor reto para los cantantes. ¿Cómo ha sido tu experiencia operística, aparte del Carmina Burana?

Luca Espinosa en «Alcina» de Haendel.

Luca Espinosa.- Las primeras incursiones que se suelen hacer en la ópera, son papeles pequeños. Yo debuté siendo el paje de la Duquesa, en la ópera Rigoletto (Verdi). En el reparto estaba Yolanda Auyanet, sustituyendo a la soprano Carmen González, como Gilda. José Sempere como Il Duca y Vicente Sardinero en el grandioso papel de Rigoletto. Luego vinieron papeles más importantes, como son: Musetta en LA BOHEME (Puccini), Adina en L’ELISIR D’AMORE (Donizetti), Micaela y Frasquita en CARMEN (Bizet), Blanche en A STREETCAR NAMED DESIRE (André Previn), un soldado en SALOME (Strauss), Ascanio en LES TROYENS (Berlioz), Esmeralda en PRODANA NEVESTA (Smetana), Alcina en ALCINA (Haendel) y la Reina en UNA COSA RARA (Martín i Soler). Además he hecho Frasquita en CARMEN (Bizet) y Musetta en LA BOHEME (Puccini), estas últimas en el ADDA, bajo la batuta del Mtro. Josep Vicent y la escena del Mtro. Emilio Sagi.

Luca Espinosa en la Peña Lírica Alicantina interpretando a la Duquesa Carolina de Luisa Fernanda (F. M. Torroba).

El Cantarano.- Los artistas actuáis en lugares muy diversos. ¿A dónde te han llevado tus actuaciones en España y en el mundo?

Luca Espinosa.- Mi profesión es maravillosa en muchos aspectos. Aparte de dedicarte a lo que más te gusta, te permite conocer gente increíble y lugares, de los que de otra forma, jamás hubieras conocido. Puedo decir que durante mi carrera, he actuado en teatros de toda España y de forma internacional, he pisado Lyon, Florencia, Taiwan, Argentina, Chile, Portugal, Búfalo, Islandia…

El Cantarano.- ¿Tienes algún repertorio favorito? ¿Algún tema pendiente por cantar?

Luca Espinosa.- Hemos hablado de la ópera, pero debo decir que a mí la zarzuela me ha dado muchas satisfacciones y es uno de mis géneros favoritos. Debuté con el papel de Abel de LA TABERNERA DEL PUERTO (P. Sorozábal) y con La Buhonera en DOÑA FRANCISQUITA (A. Vives). Y a día de hoy, interpreto el papel principal que lleva el mismo nombre que la zarzuela, siendo uno de los roles más queridos y anhelados por mí durante toda mi carrera. Realmente no puedo decir si me gusta más la ópera o la zarzuela. A mí lo que me llena es la interpretación, aunque cierto es que la zarzuela, al tener partes habladas y ser en castellano, pues le da ese puntito que la ópera no incluye. Y sí, es muy complicado llegar a lo más alto en el mundo de la ópera. Porque, en mi caso, hay muchísimas sopranos que lo hacen divinamente. Pero no debe ser una meta llegar ahí. Para mí, mi meta consiste en sentir y disfrutar lo que hago y sobre todo, llegar a mi público.

Luca Espinosa en la tragicomedia de Jesús Salvador Chapí «El mal vino».

El Cantarano.- ¿Crees que la juventud actual acepta el canto lírico? ¿No has tenido tentaciones de probar otros géneros?

Luca Espinosa.- Por supuesto que sí ambas preguntas. Hay muchísima gente joven que destaca y se dedica profesionalmente al canto lírico. Y en nuestros conciertos y actuaciones, las butacas están repletas de público joven que se interesa y admira nuestro trabajo. El arte traspasa mentes, y corazones. Y he cantado distintos géneros dentro de lo lírico y también totalmente ajenos a ello. Siempre me gustó cantar copla y fui muchos años componente de una orquesta de “pachanga”. Pero de no haberme dedicado al canto lírico, me habría encantado haberme dedicado al teatro musical.

Luca Espinosa en uno de sus géneros favoritos: la zarzuela («La Revoltosa» de Ruperto Chapí).

El Cantarano.- Tu interpretación en «La fura dels baus» ha concitado una admiración unánime. ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en ese equipo ya histórico en las artes interpretativas y musicales españolas?

Luca Espinosa.- Ser parte de esta compañía ha sido para mí algo muy especial. Han sido muchas las personas, los profesionales en todos los ámbitos, que me ha permitido conocer. Ver que el trabajo de todos y cada uno de ellos es importante, desde el que pone un foco de luz, hasta el que cose un botón o pasa la mopa por el escenario. Profesionalmente también me ha abierto un amplio abanico de posibilidades, ya que con ellos he actuado dentro de tanques de agua, colgada de un arnés, subida a una grúa e incluso, envasada al vacío. ¡Y es que este espectáculo es la bomba! Es muy visual, pero a la vez también muy sensitivo. Pone en alerta todos tus sentidos y atrapa al público de principio a fin. ¡Te invito a que lo compruebes si no lo has hecho ya!

El Cantarano.- Tomamos nota y lo recomendamos también a todos nuestros lectores. ¿Cuáles son tus planes de futuro, a corto y a medio plazo?

Luca Espinosa.- A día de hoy, ando enredada con la docencia y la actividad profesional encima de las tablas. Y a corto y medio plazo hay a la vista conciertos a nivel nacional e internacional y la gira del Carmina Burana de La Fura continúa.

El Cantarano.- Felicidades por todo lo que nos has contado. Ha sido increíble y estimulante. ¿Hay algo más que desees añadir?

Luca Espinosa.- Alguien me preguntaba alguna vez que de no ser cantante, qué habría sido. Cualquier trabajo que implique subirse a un escenario, cualquiera de las vertientes me vale. He sido también gimnasta, aunque es una carrera de vida muy corta. Y siempre he estado vinculada al deporte. A día de hoy soy especialista de cine también. Otra forma de hacer arte. Mi última participación ha sido este verano pasado, en el corto DANA, de Lucía Forner Segarra. También bailo, hago pole dance y gimnasia deportiva y acrobática. Actualmente trabajo en la obra religiosa OH MY SON del Maestro Marcos Galvany, por petición propia del compositor. Obra estrenada en abril de 2013 en el Carnegie Hall de Nueva York. Por cierto, nuestro Marcos es otro crevillentino, afincado en Washington, al cual te invito para una próxima entrevista. Y en fin, darte las gracias, Consuelo, por tu interés en acercarnos a tus lectores en tu revista digital EL CANTARANO. Y gracias a todos ellos por involucrarse en tus inquietudes y dar reconocimiento a otros talentos.

REPORTAJE FOTOGRÁFICO.

A continuación ofrecemos una selección de fotografías de Luca Espinosa acompañada de algunos compañeros de profesión, maestros y directores. Finalizamos con una selección de fotos de su archivo particular. Agradecemos a Luca las facilidades que nos ha dado para la publicación de estas imágenes.

Luca como Kate Pinkerton en «Madame Butterfly» de Puccini con Ángel Ódena.
Luca Espinosa maquillándose.
Luca con el bailarín José Antonio Torres.
Luca Espinosa como Alcina de la ópera Alcina (Haendel).

 

Luca como Duquesa Carolina, de la zarzuela Luisa Fernanda (F. M. Torroba).

 

Luca Espinosa como Frasquita en la ópera «Carmen» de Bizet.

 

Luca como Paloma en «El barberillo de Lavapiés» del maestro Barbieri.

 

Luca en el espectáculo ballet de calle Boato.

 

Luca con los tenores David Frucci y Antonio Gómez, interpretando a la Reina en la ópera «Una Cosa Rara» (Martín i Soler).

 

Luca con el maestro Zubin Mehta y el pianista José Jaime Hidalgo de la Torre.

 

 

 

 

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