JOAQUÍN GALANT RUIZ, UNA PERSONALIDAD ALICANTINA ENTRE LA CULTURA, EL DERECHO Y LA POLÍTICA

Entrevista de Consuelo Jiménez de Cisneros.

Joaquín Galant Ruiz (Almoradí, 1935) es abogado, político, melómano, escritor por afición, Presidente del Real Liceo Casino de Alicante… Pero sobre todo es un hombre afable, que, como todas las personas verdaderamente importantes, no se da importancia. No hay alicantino que no lo conozca, y existe una rara unanimidad en que se trata de una excelente persona. Mas no solo se le conoce en Alicante, sino también en círculos selectos de la Villa y Corte, pues Madrid le vio crecer como político en la época de la Transición que él defiende con uñas y dientes, como suele decirse.

Los lectores de El Cantarano, que van aumentando día a día, saben bien que nuestras entrevistas son diferentes, porque carecen de la cortapisa de la extensión, porque están hechas siempre desde la empatía y el respeto y porque tratan de aproximarse al máximo a la personalidad del entrevistado, respetando siempre su intimidad.

Hoy, en Alicante, en el mundo de la cultura y el arte en general se habla del éxito y trascendencia de la nueva etapa emprendida por el Real Liceo Casino de Alicante bajo la presidencia de don Joaquín Galant Ruiz y su Junta Directiva ahora hace cuatro años, de la cual formé parte durante un intenso curso con presentaciones de libros mensuales en la espléndida biblioteca. Empezaría por preguntarle sobre esa institución tan relevante dentro de la historia cultural y artística alicantina.

El Cantarano.- Casi todos los alicantinos saben dónde está, pero pocos conocen su historia y su fundamento. ¿Qué finalidad, ámbito de actuación y razón de ser son las del Real Liceo Casino de Alicante?

Joaquín Galant.- Cuando me eligen presidente del Real Liceo Casino de Alicante, acepté con la condición de cumplir el artículo 3º de los Estatutos adaptados a las previsiones de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, aprobados en la Asamblea General Extraordinaria celebrada el 9 de enero de 2005 que establece que “el ámbito de actuación será fundamentalmente la Comunidad Valenciana» y cumplir su objeto y finalidad que no es otro que promocionar “la Ciudad de Alicante, su provincia y la Comunidad Valenciana con carácter abierto a la sociedad actual y en especial al pueblo alicantino y su desarrollo”.

Joaquín Galant presenta un concierto en el Real Liceo Casino de Alicante

El Cantarano.- A pesar de que el Real Liceo Casino disfruta de una ubicación privilegiada, en la Explanada de España, con vistas al mar, son muy pocos alicantinos los que lo han visitado ¿Qué destacarías para nuestros lectores?

Joaquín Galant.- Ante todo destacaría, por nuestra responsabilidad de conservarlos: la escalera de carácter imperial, la antigua terraza de once columnas a la Explanada, el Salón Imperio con su palco y lámparas, el mobiliario, la decoración de pinturas y telas de techos y paredes, el salón de billar y la biblioteca con todo su contenido de libros antiguos y su colección de pintura y bustos de mármol

El Cantarano.- Vamos a adentrarnos un poco más en el conocimiento de este emblemático Real Liceo Casino. ¿Cómo nace, cómo crece, cómo llega hasta nuestros días?

Joaquín Galant.- En abril de 1839, un grupo de personas venidas de los pueblos de la provincia, con la finalidad de reunirse para charlar y disfrutar del ocio, crean con el nombre de “Liceo Artístico y Literario” lo que sería el núcleo original. El acta de su fundación fue el 28 de abril de 1939, curiosamente el mismo día y mes de mi nacimiento. En el acto inaugural intervino un político que sería ministro y futuro presidente del Consejo de Ministros, don Joaquín María López, natural de Villena.

El Cantarano.- ¿Podríamos decir entonces que ha sido un centro de reunión de la burguesía alicantina?

Joaquín Galant.- Más bien era un centro de un respetuoso sentimiento liberal. Como ejemplo citaríamos a uno de los presidentes de esta entidad en 1868, Eleuterio Maisonnave, que fue primer alcalde democrático de Alicante y Ministro de la Gobernación y Estado durante la I República. Fundó una revista de talante liberal progresista y encabezó la Revolución Gloriosa que acabó con el reinado de Isabel II, según el historiador Joaquín Santo, socio de nuestro Casino.

El Cantarano.- Y hoy de nuevo otro ex político y Diputado Constituyente vuelve a presidir el Real Liceo Casino de Alicante. ¿Qué tiene este magnífico Real Liceo Casino que atrae a los políticos?

Joaquín Galant.- Es cierto. “Algo tiene el agua cuando la bendicen”. Es público y notorio que han estado en nuestro Casino el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. En 1871 y durante varios días se alojó el Rey Amadeo de Saboya en espera de la llegada por barco desde Génova de su esposa la Reina María Victoria. Y cómo no citar también la visita del rey Don Juan Carlos I y Doña Sofía con su alteza el príncipe de Asturias y las infantas Elena y Cristina el 10 de junio de 1983. Y creo que no sería justo si en nombre de esta entidad no agradeciera públicamente al Rey Don Juan Carlos I, al que tanto debemos por el éxito de esa transición pacífica de la Dictadura a un régimen Democrático que disfrutamos, la concesión del título que hoy nos enorgullece de REAL, en la primavera de 2007, cuando se reconstruyó el edificio que hoy contemplamos. Pero no solo vinieron reyes. Tampoco podemos olvidar la visita de los presidentes de la República: don Emilio Castelar y don Niceto Alcalá Zamora.

El Cantarano.- ¿Nos consta que fue también centro de reuniones y conferencias de reputados políticos?

Joaquín Galant.- Sí, efectivamente, por el Real Liceo Casino pasaron entre otros distinguidos políticos Sagasta, Maura y Canalejas.

El Cantarano.- Pero siendo su origen un centro de reunión para compartir criterios, ideas, hablar de cultura, arte, música, ¿pasaron ilustres personalidades de las letras y las ciencias?

Joaquín Galant.- Sí, claro. El mundo cultural, artístico y científico estuvo presente. Citaríamos a Emilia Pardo Bazán, Ramón de Campoamor, Menéndez Pelayo, Blasco Ibáñez, Severo Ochoa o paisanos nuestros como Arniches, Miró, Azorín, Chapí, etc.

El Cantarano.- Has nombrado a doña Emilia Pardo Bazán. Las mujeres ¿han tenido su lugar en el Casino? Dado que, inicialmente, parece un punto de reunión concebido para varones.

Joaquín Galant.- Recientemente se han creado escuela y club de bridge compuesto casi todo por mujeres. En la primera Junta propuse a Sara Cortés como vicepresidenta, y en una Comisión de Cultura tú misma formaste parte, durante un año junto con María Dolores Iglesias, pues lo que se pretende es que la mujer se incorpore, no solo como asistente o participante, sino también como directiva. Anecdóticamente, te contaré que organizamos un campeonato de mus solo de mujeres, que por cierto, ganó un campeonato de España.

Joaquín Galant en el Salón Imperio del Real Liceo Casino de Alicante con un grupo de músicos

El Cantarano.- Pasando al aspecto puramente artístico y arquitectónico, si tuvieras que resaltar la belleza o singularidad de alguna estancia o motivo del Real Liceo Casino, ¿qué lugar aconsejarías a los alicantinos que deseen visitarlo?

Joaquín Galant.- Sin duda el Salón Imperio, donde todas las jóvenes soñaban con celebrar su boda, y la belleza de su gigantesca lámpara araña que cuenta con más de cien años de historia, fabricada en Alemania en cristal de roca y bronce, con globos traslúcidos. Y no podemos olvidar que también en ese magnífico Salón Imperio al mirar al techo quedarán asombrados por las pinturas que lo adornan, que semejan ser frescos, pero son lienzos adheridos de una gran belleza y sentido, realizados por tres pintores alicantinos: Vicente Bañuls, Heliodoro Guillén y Lorenzo Pericás.

El Cantarano.- Me parece que hay algo más que el visitante no puede dejar de ver si está en el interior. Un lugar al que nos sentimos especialmente ligadas algunas personas relacionadas con la letras…

Joaquín Galant.- Ciertamente, una de las joyas de la corona de nuestro Casino es la belleza de su biblioteca de madera tallada, con más de diez mil documentos entre libros, manuscritos, revistas, partituras y grabados, desde el siglo XVII hasta nuestros días.

El Cantarano.- Hablemos de actividades culturales desarrolladas o por desarrollar y quiénes pueden asistir a verlas o escucharlas.

Joaquín Galant.- Es libre la entrada. Solamente está condicionada al aforo de cada sala, teniendo en cuenta que en todas las manifestaciones culturales que se realicen, nuestros socios siempre tienen unos sitios reservados. Pero insisto en que la mayor parte de las actividades están abiertas a la sociedad alicantina en general y a nuestros visitantes. Aparte hay actividades exclusivas para los socios, como pueden ser las de juegos de mesa, tertulias, etc.

El Cantarano.– ¿Qué requisitos se solicitan para admitir a alguien como socio del Casino y qué beneficios tiene el ser socio?

Joaquín Galant.- Los nuevos socios han de ser presentados por dos socios como es habitual en este tipo de clubs. Los beneficios son, por una parte, disponer de unos magníficos espacios donde relajarse, sentarse a leer el periódico o a tomar un café en un lugar ciertamente exclusivo, que cuenta con salones de lectura, sala de billar, pinacoteca, cafetería con terraza y recintos decorados con obras de arte de artistas alicantinos como Heliodoro Guillén, Lorenzo Pericás, Lorenzo Casanova (familia del escritor Gabriel Miró)… Por supuesto hay unos precios especiales en lo que se refieren a la restauración contratada por el Casino.

Joaquín Galant en el área de restauración del Casino con el Alcalde de Alicante, Luis Barcala, y la Presidenta del Club de Rotarios, Lola Peña.

El Cantarano.– La escritura literaria es una de tus muchas aficiones, de la que alguna vez has dado muestras publicando algún relato o interviniendo como pregonero en algún evento. ¿Qué has publicado en el ámbito de lo literario?

Joaquín Galant.- He escrito algunos artículos sobre cuestiones políticas y de actualidad: sobre la Transición, sobre los cumpleaños de la Constitución, sobre el 23 F, que viví en primera persona. También he escrito cuentos (como «Amigo», «El pino de mi huerta»…) y vivencias. Además he redactado pregones de fiestas, de los que recuerdo especialmente la Embajada de los Moros y Cristianos de Almoradí en 1981 basada en la historia del pueblo. Mis artículos se han publicado en los periódicos El Mundo, Información y en revistas locales. A veces he firmado con el seudónimo Joaquín G. «Amarión», y este nombre propio fue topónimo antiguo de mi pueblo, Almoradí.

El Cantarano.– En lo relativo a tu profesión, el Derecho, tienes tres despachos en activo: el principal, sito en las cercanías del Portal de Elche, emblemático rincón alicantino; el de Guardamar y el de tu pueblo, Almoradí. ¿Cómo ves el Derecho en la actualidad? ¿Notas alguna diferencia con etapas anteriores, desde que empezaste?

Joaquín Galant.- El gran problema que hay en la actualidad es la falta de personal, sobre todo de jueces, lo que hace que el trabajo se acumule y de ahí la sensación de que la Justicia es lenta. Los asuntos se dilatan en un porcentaje superior al del resto de Europa, pero insisto que es por la escasez de personal. Sobre todo, en el caso de los asuntos políticos, donde intervienen más personas, la dilación puede perjudicar bastante. En cuanto a los asuntos civiles, lo mejor para resolverlos sería que se procuraran soluciones amistosas, potenciar la mediación como método de resolución de conflictos evita acudir a los tribunales. Los abogados deben ofrecerla y los clientes deben considerarla antes de recurrir a la vía judicial.

El Cantarano.– ¿Puedes contar alguna anécdota curiosa de tu experiencia como abogado?

Joaquín Galant.- Yo estudié Derecho en Barcelona y ejercí la abogacía en mi juventud con mucho entusiasmo y en ciudades muy diferentes. De hecho, estuve colegiado en los Colegios de Abogados de Madrid, Barcelona, Valencia, Elche y Orihuela antes de afincarme en Alicante.

El Cantarano.– Has llevado casos de gran relevancia social, con mucha presencia en los medios de comunicación. Hemos oído que uno de ellos va a llevarse al cine…

Joaquín Galant.- Sí, se trata de la mujer que quemó al violador de su hija. Hay una cierta justicia popular que defiende este tipo de actuaciones, y ella, cuando fue a la cárcel, vio que la recibían como una heroína… Lo cual no es aceptable, porque, por muy grave que haya sido el delito, nadie debe tomarse la justicia por su mano.

El Cantarano.– Finalmente, en lo que corresponde a la política, sabemos que fuiste Diputado en Cortes desde 1977 hasta 1987 y uno de los firmantes de la Constitución del 78. Estabas en el hemiciclo cuando el golpe de estado de Tejero el 23 de febrero de 1981. ¿Cómo viviste aquel 23 F que ahora es historia?

Joaquín Galant.- Con inseguridad y temor, tengo que reconocer que fui uno de los que se escondieron bajo los asientos para evitar las balas disparadas al aire. Se ha escrito muchísimo al respecto por personas muy autorizadas y yo creo que casi todo ya ha sido dicho, solo quedan los testimonios personales de quienes estuvimos allí aquella tarde histórica.

El Cantarano.– ¿De qué propuesta tuya como político te sientes más satisfecho?

Joaquín Galant.- Los políticos están para procurar mejoras en la vida de las personas. Yo fui presidente de la Comisión para el Estudio y defensa de la Tercera Edad en el Congreso de Diputados, dedicándole varios años de trayectoria política a esa etapa de la vida del ser humano denominada Tercera Edad. Como tal asistí a los Congresos sobre envejecimiento de Viena, Quebec, y a reuniones con el Secretario General de las Naciones Unidas y con representantes de la Comisión. Y fui miembro del Consejo Científico de la Federación Internacional de Asociaciones de Personas Mayores FIAPA, con sede en París. En defensa de esa etapa de la vida en la que ahora estoy inmerso, presenté en el Congreso de Diputados una proposición no de Ley que se denominó PAS 65, una especie de Documento de Identidad para jubilados con una serie de privilegios atendiendo a la edad, que se publicó en el Diario de Sesiones de las Cortes pero que por disolución de las mismas no llegó a debatirse. También en mi tercera legislatura como Diputado en las Cortes Valencianas publiqué una Proposición no de ley que llamé “Pensión de Solidaridad”, cuya filosofía se basaba en que cualquier persona en su larga vida laboral, aparte del beneficio que pueda aportar a la empresa o a la familia, si era ama de casa, a la que contribuye con su trabajo, produce un bien a la Sociedad que cuando llega a una edad próxima a la media de vida, cuando necesariamente ve mermadas sus facultades físicas y psíquicas, tiene derecho a que la Sociedad le devuelva parte del beneficio recibido de ella que le sirva para paliar sus naturales pérdidas. Fue rechazada por la mayoría del PSOE en las Cortes Valencianas.

El Cantarano.– ¿Y en cuanto a temas más locales, relacionados con Alicante?

Joaquín Galant.- En cuanto a propuestas relacionadas con Alicante, mi mayor orgullo es haber contribuido a la realidad que es el Parque de las Naciones, en la Albufereta, es. Fueron casi veinte años de trabajo, pero valió la pena.

Por otra parte, mencionaría el asunto Mercalicante, donde conseguí el sobreseimiento de Luis Díaz Alperi, entonces alcalde de Alicante, que quedó, por tanto, absuelto de las acusaciones que se le hicieron.

El Cantarano.¿Crees que hay una relación entre la política y el Derecho?

Joaquín Galant.- Sin duda. Y yo lo he vivido. Como abogado fui promotor de la creación en el Colegio de Abogados de la Asociación de Jóvenes Abogados, de la que fui también su presidente, que este año cumple medio siglo, teniendo esta Asociación una participación muy activa en la transición democrática. Presidí el partido Demócrata Cristiano de Alicante, que formó parte de la Coalición de Unión de Centro Democrático (UCD) y posteriormente fui presidente regional del recién creado Partido Demócrata Popular (PDP), al desaparecer la UCD, de ideología democristiana, que se refundaría como Partido Demócrata Cristiano que en la refundación de Alianza Popular como Partido Popular, aportó su identidad democristiana, pasando a formar parte del Grupo Popular del Parlamento Europeo.

El Cantarano.En cuanto al tema de la mujer, ¿has intervenido en alguna consecución concreta para su incorporación al mundo del Derecho y la cultura?

Joaquín Galant.- Además de lo que hemos comentado al hablar de mi gestión en el Casino, puedo asegurarte que en mi bufete de Alicante han trabajado más mujeres que hombres. Creo que esa es la mejor manera de contribuir a la integración de la mujer: llevarla a cabo en la práctica, sin alharacas y con normalidad.

El Cantarano.– No podemos concluir la entrevista sin aludir a aspectos más íntimos y familiares que quieras compartir con nosotros. ¿Qué nos puedes contar de tu familia de origen y de la familia que has creado?

Joaquín Galant.- De mi familia de origen destacaría que sus circunstancias influyeron bastante en mi futuro. Mi padre era un importante exportador de frutas y verduras de la Vega Baja, y al colaborar con él, ese comercio me puso en contacto con exiliados y emigrantes españoles que vivían en Francia, Bélgica, Suiza o Inglaterra, así como con nuestros compradores. Ello me movió a instalarme un tiempo en Barcelona, en cuya universidad terminé Derecho y luego inicié mi carrera profesional. Mi integración en la Asociación Internacional de Jóvenes Abogados me concienció de la necesidad de una reconciliación en la que yo creía a la muerte de Franco, y ello me llevó inevitablemente a la Política.

Respecto a la familia que he formado, tuve la suerte de que tanto mi esposa (q.e.p.d.) como mi hija hayan trabajado conmigo en mi bufete de Alicante.

El Cantarano.– Para terminar, has tenido muchos reconocimientos. ¿De cuál te sientes más satisfecho?

Joaquín Galant.- Al final lo que más se aprecia es ser reconocido en la tierra de uno, y yo tengo la suerte de haber visto en vida la calle Diputado Joaquín Galant que se me dedicó en Alicante. Eso me parece un privilegio.

Trofeos y recuerdos conservados en el despacho alicantino de Joaquín Galant

error: Content is protected !!
Este sitio utiliza cookies para ofrecerle una mejor experiencia de navegación. Al navegar por este sitio web, aceptas el uso que hacemos de las cookies.