El 23 de Enero de 1989, hace treinta y tres años, falleció Salvador Dalí en Figueras, el mismo lugar donde nació en 1904. Un poema de Zizi Kessler nos lo recuerda homenajeando uno de sus cuadros más líricos: «Rosa meditativa».
LA ROSA DE DALÍ
Hueles a tiempo
a imposibles
a lejanas utopías
a enredaderas de cielo
a los azules de la lluvia
suspendida en las nubes.
Hueles a mar
a los oleajes que mueren
enclavados al poniente
en un sol moribundo.
hueles a hombre
a su efímero ser
a los vientos invisibles
a la creación no dicha
a la soledad
a la infinita sed
de libertad y justicia
a los huracanes de la ira
a la mansedumbre
del íntimo suspiro
a las extenuadas asimetrías
a la divina proporción
al negro de fatuas banderas
al rojo de árboles
tildados en la obra
de un genio solitario
y a mi corazón
hoy, roto,
roto de amor.
Poema inspirado en el cuadro «Rosa meditativa» de Salvador Dalí (1958). Colección particular.
Foto: escultura de Dalí sita en su pueblo natal, Cadaqués (Gerona). Pixabay.