Hace unos días, en Rojales, regalé al poeta y profesor Carmelo González un ejemplar del libro «Del fósil al verso», antología de la obra literaria de Daniel Jiménez de Cisneros. Y como respuesta, Carmelo me envía este soneto. Cuando tanta ingratitud hay en la vida, cuando los que más te deben son los que peor te pagan, recibo este regalo maravilloso, inesperado. Y ahora soy yo la que dice: GRACIAS. Consuelo Jiménez de Cisneros.
Me vas a permitir, cara Consuelo,
mostrarte mi sincera admiración
por tu vasta y profunda formación
y el cariño al legado de tu abuelo.
Legado conservado con gran celo
del geólogo —pura vocación—
y escritor de magnífica expresión
sirviéndonos a muchos de modelo.
Con qué ardor lo has venido defendiendo.
Con qué amor lo has venido conservando.
Con qué tesón lo sigues transmitiendo.
Contra el mal, siempre el bien, nunca venganza.
Síguenos con tu lema recordando
que aún cabe en el mundo la esperanza.
Carmelo G.F.