El 6 de mayo, a la siete de la tarde, se iniciaba la primera conferencia del ciclo «Eros en primavera III». La Sala Altamira de la Sede Universitaria Ciudad de Alicante se llenó para escuchar a Consuelo Jiménez de Cisneros, quien habló sobre «El erotismo en los cuentos infantiles tradicionales». Previamente, tras agradecer a los asistentes su presencia, envió un saludo especial a quienes siguen la conferencia por «streaming», especialmente a sus dos hijos residentes en el extranjero, relatando con humor cómo su hijo menor residente en Inglaterra es su mayor crítico y siempre tiene algo que comentar o aportar.
Entrando en el tema, la conferenciante destacó el papel que los cuentos tradicionales habían jugado a lo largo del tiempo como recursos para una educación sentimental y sexual. Recordó que el erotismo invade toda la literatura en todos los géneros, la mayoría de las veces de forma sutil y encubierta mediante la retórica o la fantasía, pero en algunos casos también de forma cruda y explícita. Ahora que tanto se habla de la educación sexual desde la infancia y hay tanta polémica al respecto, constató que los cuentos infantiles tradicionales, la mayoría de tradición oral, recogidos por escritores y otros escritos directamente por sus autores, eran la forma en que los niños y jóvenes de antaño se educaban para la vida en todos los órdenes, y muchos de ellos contenían mensajes de prevención de riesgos.
Muchos fueron en su origen relatos crueles y terroríficos encarnando incestos, canibalismo, bestialismo, violaciones, etc. y por ello contendrían referencias eróticas. Las adaptaciones de Charles Perrault en el siglo XVII, los hermanos Grimm en el siglo XIX y Walt Disney en el siglo XX suavizaron lo más crudo de estos relatos haciendo hincapié en su trasfondo moralizante y eliminando o puliendo referencias groseras y terroríficas.
Para ejemplificar esto, analizó nueve cuentos muy conocidos, ordenados en grupos de tres. «Caperucita roja», «Barba Azul» y «Rapunzel» se inspiran en características puramente físicas o de vestimenta: la capa roja con capucha de Caperucita, la barba azulada que define al protagonista masculino, la trenza extralarga de Rapunzel. Los tres cuentos siguientes: «Blancanieves», «Cenicienta» y «La bella durmiente» tienen en común que sus protagonistas son mujeres jóvenes perseguidas por personajes malvados que las fuerzan a convertirse en alguien diferente para sobrevivir mediante diferentes recursos: cambiar de estado (como la bella durmiente), de lugar para vivir (como Blancanieves) o tener una doble personalidad: la humilde fregona cenicienta y la radiante princesa que baila con el príncipe y lo seduce. Y por fin, «Piel de asno», «La sirenita» y «La bella y la bestia» implican una presencia animal que se fusiona con la condición humana de los personajes. La primera se esconde bajo la piel de un asno para ocultar su belleza y huir de un acoso sexual, la segunda es un personaje mitad mujer mitad pescado que no se conforma con su condición y la tercera se relaciona con un ser que parece, al principio, más animal que humano.
La conferencia se siguió con gran interés y concluyó con un largo y variado coloquio. La conferenciante recordó que el lunes día 13 se daría la segunda del ciclo, a cargo de Milagros Salvador, sobre «Poesía erótica femenina», y el lunes 20 se concluiría con la de Guillermo Peña sobre «Afrodisíacos y cocina erótica». Además anticipó la nueva propuesta para el curso 2024-2025, ya con fechas previstas para enero y febrero de 2025, titulada «Poesía y ciencia». Dos de los asistentes presentes en la sala, los médicos y poetas José Antonio Buil y Francisco Mas-Magro, participarán en una mesa redonda del mencionado ciclo, que contará también con el médico y poeta en valenciano Emili Rodríguez Bernabeu; el resto de sesiones correrán a cargo de la catedrática de matemáticas de la Complutense y poeta Carmen Santisteban, la geóloga y directora del MUPE Ainara Aberasturi y la profesora, editora y traductora del poeta norteamericano y premio Nobel de Física Roald Hoffmann, Luisa Pastor, además del aporte, en los aspectos literarios, de la catedrática de lengua española y literatura Consuelo Jiménez de Cisneros.
No debemos terminar esta reseña sin agradecer explícitamente el apoyo del director de la Sede Universitaria, Jorge Olcina, a esta y otras propuestas, así como la amabilidad y eficacia de cuantos trabajan en la Sede para que estos actos culturales se puedan llevar a cabo en las mejores condiciones.
Foto de portada: Cristina Reig.