Reseña de Consuelo Jiménez de Cisneros.
Este libro se publicó en 2016 y por tanto no es una novedad, pero ha vuelto a la actualidad por el hecho de que se haya presentado recientemente, en concreto el 10 de mayo pasado, en la sede de Espelic, la asociación cultural alicantina promovida por el médico y político Julio de España. Por otra parte, hay libros que nunca pierden vigencia, y este es uno de ellos debido a su temática que siempre interesa. Se trata de un libro que forma parte de la extensa bibliografía de José Enrique Gil-Delgado, en la que también podemos incluir otras obras del mismo género. Precisamente en el número anterior de El Cantarano reseñábamos dos notabilísimas novelas históricas de este autor: …Y Magallanes encontró el estrecho y …Y Elcano circunnavegó la tierra, también presentadas recientemente en Alicante (en este caso, en el Ateneo del Colegio de Médicos).
Como puede observarse, este escritor utiliza siempre la misma estructura para sus títulos de narrativa histórica: unos puntos suspensivos seguidos de la conjunción copulativa y un rótulo explícito, denotativo. En una de sus interesantísimas presentaciones, José Enrique Gil-Delgado explicó la razón de estos títulos peculiares, que no es otra sino el hecho de que sus novelas parten de sucesos previos o son consecuencia de los mismos. En este caso, el título es una afirmación contundente de que Shakespeare conocía la obra de Cervantes (la primera parte del Quijote fue traducida al inglés en 1612) y se inspiró en ella para una de sus comedias.
Para presentar al autor a quien aún no lo conozca, nos bastará con repetir lo que de él decíamos en la citada reseña anterior: es un eminente profesor de idiomas, que lo ha sido del Instituto Cervantes, académico de la Academia de Televisión, políglota y gran aficionado a la historia y a las letras como lo demuestra su extensa bibliografía donde caben poemarios, teatro, relatos… amén de estudios sobre las relaciones entre Cervantes y Shakespeare, para él y para muchos, los más grandes escritores de la humanidad respectivamente en los géneros de la narrativa y el teatro.
Y precisamente sobre las relaciones entre Cervantes y Shakespeare versa esta larga y minuciosa novela que reconstruye la historia de una obra perdida del dramaturgo inglés: el Cardenio, como su nombre indica, inspirada en una novela corta de las incluidas en la primera parte del Quijote. Muestra José Enrique en su novela su facilidad para escribir, su documentación rigurosa y su pasión por la literatura. Gusta de ilustrar (literalmente) todo aquello sobre lo que escribe con fotografías y documentos cuando es posible, otorgando de este modo mayor verismo a lo que relata.
Su historia parte del incendio del teatro El Globo donde Shakespeare representaba la Historia de Cardenio escrita al alimón por él y por John Fletcher. Ese incendio destruye no solo la representación, sino también la obra, que a partir de ese momento se convierte en «la obra perdida» de Shakespeare. No vamos a contar lo que pasa a continuación porque la novela hay que leerla. Garantizamos una lectura grata y provechosa, indispensable para cuantos aman la Historia y la Literatura. Sí comentaremos un par de cuestiones que el libro nos ha suscitado.
La hipótesis de que los más grandes escritores de la historia universal: Cervantes y Shakespeare, se reencontraron en alguna ocasión, con mayor probabilidad en España (el autor de la novela apunta la ciudad castellana de Valladolid) ha sido recogida por más de una obra de ficción histórica, y no nos referimos solo a obras literarias, sino también cinematográficas, como la película española de 2007 Miguel y William.
Las teorías extravagantes en torno a Shakespeare han sido una constante sobre todo en los últimos años. Desde que no existió como autor único, sino que era una firma de varios autores trabajando en equipo, hasta que en realidad las obras de Shakespeare las escribió Marlowe (como recoge el alicantino José Payá en su relato La segunda vida de Christopher Marlowe). El prolífico César Vidal en La noche de la tempestad imagina también una escabrosa y desconocida vida para el autor inglés. Pero sin duda preferimos a todas la novela …Y Shakespeare leyó el Quijote, que nos traslada literalmente a la época del escritor inglés y a los lugares donde transcurrió su aventura literaria y humana, algunos conservados o reconstruidos tal y como fueron en su día. Novela que goza de una versión en lengua inglesa elaborada por el propio autor.
Concluimos remarcando el capítulo de agradecimientos del autor, que demuestra su honestidad a la hora de reconocer todas las ayudas recibidas, así como su ancho y relevante círculo de familiares, amigos y colaboradores. Resaltando su reconocimiento a Federico Trillo, a la sazón Embajador de España en Reino Unido, que le firma el Prólogo. Una lista alfabética de nombres propios aparecidos en la novela completa este libro excepcional que recomendamos sin reservas.
…Y SHAKESPEARE LEYÓ EL QUIJOTE de José Enrique Gil-Delgado Crespo. Ediciones de la Torre. Madrid, 2016.