Autora: Consuelo Jiménez de Cisneros.
Abrimos nuestra portada casi veraniega con un asunto que nos conmovió justo cuando finalizaba el verano pasado. La erupción del volcán del Parque Natural de Cumbre Vieja, ubicado en la isla canaria de La Palma, se inició el 19 de septiembre de 2021 y finalizó el 13 de diciembre del mismo año, pero sus consecuencias no han cesado. Se trata, por tanto, de una cuestión que sigue necesitando recordatorios y actualizaciones, porque todavía no ha pasado el tiempo suficiente para hablar de una recuperación total de los daños. Los cuales no han sido solo económicos, sino también psicológicos.
Hace años, cuando mis hijos aún viajaban conmigo, fuimos unos días de verano a la isla de La Palma, también llamada con justicia la Isla Bonita. Quizá porque lo que se conoce de primera mano inspira una relación emocional mucho más próxima que lo que solo se conoce de lejos, el desastre del volcán me afectó de manera particular. Por eso he querido apoyar, en la medida de mis posibilidades y de lo que encontraba a mi alcance, las siempre necesarias ayudas cuando he tenido ocasión, y no la he hallado mejor que en esta impactante exposición comisariada por la profesora y artista María Dolores Mulá con el apoyo de Carmen Santisteban, que regenta una Fundación donde la cultura, el arte y la solidaridad van de la mano.
A la hora de publicar este artículo, la exposición habrá cerrado sus puertas, pero la reseña para la memoria de una iniciativa ejemplar debe constar. Y aquí las fotografías dan fe de ello. Observamos un panel con algunos de los mil dibujos concebidos por niños de 3 a 14 años. Como me explicaba Carmen, que fue en persona a recoger los dibujos a La Palma, cada dibujo narra una historia, expresa un sentimiento o una vivencia. Y a los dibujos se suman las obras recientes, algunas elaboradas este mismo año 2022 e inspiradas en la furia del volcán, de 24 artistas que han cedido gentilmente su producción para colaborar con todo lo que aún queda por arreglar en los colegios de La Palma.
¿Habrá respondido la generosidad de los alicantinos a esta iniciativa? ¿Se habrán vendido las 24 obras expuestas, con precios tan asequibles que parten de los 70 euros y que ponen al alcance de todos obras de firmas prestigiosas? Ojalá haya sido así. Sabemos que aquí también se ha dado el óbolo de la viuda. Pero, como dice el Evangelio, «que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha»…
Como conclusión, resaltar que en la Sala de la Lonja opuesta a la de la exposición «Volcados con la Palma» se presentaba la obra más íntima de un grande del diseño español, Alberto Corazón, bajo el sugestivo título de «Alberto Corazón. El cazador furtivo».
Fotografías de Consuelo Jiménez de Cisneros. Foto de portada: obra escultórica de Sol Pérez, «Antes y después». Gres a dos caras. 2022.