Ahora que ya estamos en verano, es el momento de recordarlo. Siempre he sido partidaria del llamado «turismo interior», ese descubrimiento de rincones hermosos que no forman parte de la costa ni figuran en primera línea de las ofertas turísticas. Nuestro país tiene un variado y espectacular litoral que lo rodea y conforma, que marca la mayor parte de su frontera, la cual da con el mar; pero también tiene un interior rico en naturaleza y monumentos deslumbrantes. Y esos lugares pueden estar tan cerca de nosotros, que sería lamentable no aprovechar para visitarlos.
Hace unos meses, coincidiendo con el inicio de la primavera, en el paseo de Gadea de Alicante, se exhibió una exposición fotográfica significativa al respecto, con el título de «Viaje a un destino singular». Exposición que, según se expresaba, estaba recorriendo las provincias de Alicante, Murcia, Valencia y Albacete. En ella se promocionaban determinadas poblaciones de una parte de la provincia de Murcia, en parte colindante con Alicante: Yecla, Abanilla, Fortuna, Jumilla… Las siguientes fotos son un pequeño testimonio de lo que podemos descubrir si nos lo proponemos. Adelante.
Texto y fotos: Consuelo Jiménez de Cisneros.