SEMPRONIO SE HA DORMIDO de F. Pastor-Mata

Reseña de Consuelo Jiménez de Cisneros.

F. Pastor-Mata es el seudónimo de un autor que se ha acercado al verso desde ámbitos aparentemente distantes, aunque lo cultiva desde su juventud almeriense (grupo Los Indalianos) hasta la actualidad. Fernando Pastor Pons, que es su verdadero nombre, ha sido directivo de empresas y oenegés en España y en el extranjero (Suiza, Reino Unido, Portugal, Cabo Verde). Actualmente se desenvuelve entre Madrid, Alcalá de Henares y Orihuela, capitales todas ellas altamente literarias que en parte compartimos. De su periplo por tierras lusas da fe alguno de sus poemas redactado en la lengua de Camoens, tan cercana y amable para los españoles. Y su conocimiento de otras lenguas le permite hacer traducciones libres (no de otro modo pueden ser las literarias) de un poeta inglés que preludia una parte de sus versos. Una quincena de notas eruditas enriquece el texto poético con referencias inevitables, metaliterarias, que el autor tiene la cortesía de aclarar.

El libro, acompañado de una cariñosa dedicatoria, me ha llegado gracias a nuestro común amigo Carlos Figueroa, que, como otras personas (colegas en la poesía, amigos y familiares) aparece en la página final de Agradecimientos. Hay en este libro tres poemarios: Metalario, Sempronio se ha dormido y Estaciones. Está editado en Sapere Aude, colección Ad Versum (es poesía…) donde también han publicado autores ya reseñados en este Cantarano, como José Luis Zerón y Esther Abellán.

Metalario es una original aproximación a la experiencia amorosa utilizando un léxico poco habitual en la lírica. Las creaciones léxicas y la introducción de expresiones en otras lenguas salpican esta poesía directa, donde el poeta habla en primera persona para comunicarnos sus experiencias, tan fugitivas como fulgurantes.

El original título Sempronio se ha dormido abre la segunda parte. Tiempo, fantasía, erotismo, una geografía lírica que va de Lisboa a Mojácar y a Nueva York. No siempre es fácil esta poesía lujosa y lujuriante, pero es un reto para el lector ir descubriéndola. ¿Y por qué ha de ser fácil la poesía? ¿Por qué no ha de ser como esos cuadros que hay que mirar varias veces hasta descifrarlo?

En este poemario destaca la preciosa Elegía a Ricardo García Arranz, que nos evoca inevitablemente la espléndida poesía mortuoria de la literatura castellana, desde Jorge Manrique a Miguel Hernández, pasando por García Lorca. Lleva el subtítulo de «Sempronio», y podemos imaginar ahora el significado del título «Sempronio se ha dormido» y toda la fuerza melancólica que lleva consigo la evocación de esa pérdida.

Los siguientes poemas remiten a esa Granada de luz y de paz que menciona varias veces en sus versos y que podemos suponer fue el lugar de su juventud estudiosa. Este segundo poemario acaba con un Nocturno que pone punto final a sus divagaciones haciéndonos pensar en la «noche oscura» de la mística áurea.

Finalmente, Estaciones responde a su título con cuatro poemas dedicados a las cuatro estaciones del año que aparecen citadas bajo sus nombres clásicos: Veris, Aestatis, Automni, Hibernus. Si la poesía es misterio, sin duda es acertado velar los nombres corrientes y cotidianos con esta elegante nomenclatura.

SEMPRONIO SE HA DORMIDO,  F. Pastor-Mata. Sapere Aude, col. Ad Versum. Oviedo, 2022.

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