Autora: Consuelo Jiménez de Cisneros.
El llamado Porrate de San Antón es una fiesta tradicional alicantina que se celebra a lo largo del mes de enero y consiste sobre todo en la bendición de animales de compañía hoy llamados mascotas. Recuerdo que mi padre, siempre amigo de participar en todos los jolgorios populares, nos llevaba a los puestos colocados delante de la Parroquia de la Misericordia, que durante muchos años fue nuestra parroquia. Observábamos con curiosidad la fauna variopinta que los dueños llevaban a bendecir, predominando los perros de diferentes razas y tallas. Mi padre solía comprarme un dulce que se conocía como «turrón de novia» porque tenía la forma de las pastillas de turrón, pero estaba compuesto de palomitas de maíz y quizá lo denominaban «de novia» por el color blanco.
La fiesta de San Antón se celebra el 17 de enero en un punto emblemático del barrio conocido como San Antón, que es la Plaza del Hospital Viejo, a la que da por una parte la fachada de la mencionada Parroquia de la Misericordia y por otra el Panteón de Quijano, parque que alberga los restos mortales y la memoria del gobernador civil Trinitario González de Quijano, un santo laico que falleció contagiado en la epidemia de cólera de 1854.
Hay varias páginas web que hablan de esta festividad y aquí ofrecemos para los interesados el enlace a alicantepedia: https://alicantepedia.com/tradiciones/porrate-de-san-ant%C3%B3n que remonta la historia del Porrate de San Antón al siglo XVI y cuenta sus vaivenes hasta su establecimiento, más o menos definitivo, en los años cincuenta del siglo XX. Este año 2022, al igual que sucedió en el pasado 2021, la pandemia ha impedido la celebración, que se pospone para el 2023 donde es de esperar que se recupere esa simpática tradición que reúne a vecinos y curiosos y fomenta el amor a los animales y la reivindicación de su dignidad de seres vivos.
Foto: Daniel Arce.