Un poema para el Día de Todos los Santos. Consuelo Jiménez de Cisneros
Aquí no yace nadie.
Aquí queda tan solo
la cáscara vacía
de un espíritu libre
que sentía el inútil
deseo de vivir.
Aquí duerme un recuerdo
tan breve como un soplo.
Amigo que te acercas:
no olvides que estás vivo.