Salvador Ordóñez Delgado nació en Asturias en 1946. Es Geólogo, doctorado con Premio extraordinario en la Universidad Complutense de Madrid, y ha sido Vicedecano y decano en funciones de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid y Rector de la Universidad de Alicante y de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Fue Presidente del Colegio Oficial de Geólogos de España y Secretario de Estado de Universidades e Investigación.
Hablamos con él con motivo de su implicación en la recuperación de la figura y la obra del también geólogo y paleontólogo Daniel Jiménez de Cisneros y Hervás (1863-1941). El apoyo de Salvador Ordóñez, entonces Rector de la Universidad de Alicante, fue decisivo para la realización del Seminario internacional sobre Daniel Jiménez de Cisneros organizado en 2004 por el Instituto Jorge Juan y otras instituciones de Alicante y de Madrid. Posteriormente, en 2019, Salvador Ordóñez también colaboró de manera activa, junto con su mujer, María Ángeles García del Cura, en las actividades que se realizaron en Crevillent (Alicante) para conmemorar el centenario de los trabajos de Jiménez de Cisneros sobre la Sierra de Crevillent: publicaciones, vídeos, una exitosa exposición y un curso de formación.
El Cantarano se quiere acercar al geólogo, al rector, pero también al ser humano cuya etopeya intentaremos trazar en esta entrevista.
El Cantarano.- Empezando por el principio: sabemos que eres de Asturias, región muy vinculada a Daniel Jiménez de Cisneros, pues en ella (en concreto en Gijón) transcurrieron unos años fundamentales en su vida personal y profesional. ¿Podrías aclararnos de qué zona de Asturias eres originario?
Salvador Ordóñez.- Nací el 14 de junio de 1946, en la casa de mi abuelo paterno en Riospaso, parroquia de Telledo, Concejo de Lena, cuya capital es Pola de Lena, donde residí con mis padres. Nací bajo la sombra de Las Ubiñas, en el valle del Rio Huerna, tierra con la que me siento vinculado, mi madre era de Riospaso, y mi padre de una aldea llamada, Casares, en la parroquia de Ujo, concejo de Mieres, limítrofe con Lena.
El Cantarano.- ¿De qué manera surgió tu vocación geológica?
Salvador Ordóñez.- Tuve, durante mis años de bachillerato, excelentes profesores de Ciencias Naturales, entre ellos el profesor Luis Sánchez de la Torre, luego profesor en las Universidades, de Oviedo y Complutense, y junto a él, investigadores del entonces Instituto Nacional del Carbón de Oviedo. Luego mis estudios me llevaron a la Facultad de Ciencias de la U.C.M. Allí tuve oportunidad de estudiar con Francisco Hernández-Pacheco, Alía, Fuster, Mingarro, Meléndez, Martín-Vivaldi, Sánchez-Cela… Aunque siempre fui defensor de la concepción de la Geología como Ciencia básica, siempre me pareció que también tenía una dimensión aplicada que me era especialmente grata.
Salvador Ordóñez en las inmediaciones de Crevillent (Alicante)
El Cantarano.- ¿Cuál ha sido tu especialidad geológica y cuáles han sido tus mejores experiencias como geólogo?
Salvador Ordóñez.- Como petrólogo, mi objeto de estudio han sido los materiales geológicos y sus uso racional, aspecto que ha atraído mi atención desde mi época de profesor de Geología, Geotecnia y Cimientos en la Escuela de Obras Públicas de la U.P.M. Hasta 1992 fui profesor de Petrología Sedimentaria y de Recursos Minerales de la Facultad de Ciencias Geológicas de la U.C.M. En esta época, con algunos colegas realicé los estudios de las Bauxitas de España, los sulfuros de la Cuenca Vasco-Cantábrica, la geología y sales de la Cuenca de Madrid, y de las Cuencas del Duero y de Briviesca…
Realicé mi tesis Doctoral bajo la dirección del profesor Francisco Mingarro sobre los materiales ante-ordovícicos del Centro-Sur de la provincia de Salamanca. De esa época no puedo olvidar los Estudios Previos de Terrenos, para los grandes corredores de Autopistas del Levante, que me pusieron en contacto con la geología de la meseta en su límite con el Prebético y con los procesos de sedimentación salina actual. En la Universidad de Alicante mis trabajos han sido en Petrofísica y durabilidad de los grandes litotectos de rocas de construcción, como compromiso con un sector, el de la “piedra natural”, con el cual, por encargo de las autoridades académicas, hemos colaborado desde los años noventa.
Salvador Ordóñez en la mina de El Castellar (Villarrubia de Santiago)
El Cantarano.- ¿Cómo conociste la figura de Jiménez de Cisneros y qué es lo que más te interesó de su obra?
Salvador Ordóñez.- Conocía bibliográficamente al profesor Jiménez de Cisneros, pero cuando me incorporé al Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Alicante, me encontré un equipo humano, seguidor de la figura Don Daniel, y conservador permanente de su obra. Pero fue en el Simposio Homenaje a Jiménez de Cisneros, realizado y editado por la U.A. en el 2004, que surgió por el interés del profesor Carlos Lancis, entonces catedrático de Ciencias Naturales del IES Jorge Juan, junto a personas de su Departamento y del Instituto (Mariluz Galisteo, Miguel Camps, Germiniano González y otros) lo que me abrió nuevas perspectivas, y quizá lo más resaltable fue descubrir la dimensión internacional de su obra, sobre todo en relación con el gran Paul Fallot (1889-1960)1, aspecto que revisé junto con la Dra. García del Cura. Por otra parte a instancias del grupo de la Casa de Cultura de Crevillente con Daniel Belmonte y Ana Satorre a la cabeza, iniciamos la tarea de rescatar en profundidad su contribución, y ordenar en colaboración con la familia, el legado de este gran precursor, pionero y maestro de la geología de la zona en los albores del s. XX.
El Cantarano.- De tus experiencias en tres universidades emblemáticas españolas: la Complutense, la Menéndez Pelayo y la de Alicante, ¿qué destacarías de cada una? ¿Mantienes colaboraciones con alguna de estas universidades?
Salvador Ordóñez.- La Complutense es mi “alma mater”, a través de mis maestros, y en ella dejé muchos compañeros y colaboradores, y además de iniciarme en ella en la investigación y la docencia, me formé como gestor universitario de la mano de la profesora Carmina Virgili y del profesor José Luis Amorós Portolés.
Con mi muy querida Universidad de Alicante guardo el agradecimiento por el cariño y consideración que siempre me han mostrado mis compañeros y colegas, y el haber podido colaborar en lo mucho y bueno que tiene, muy a pesar de su juventud, y de las muchas incomprensiones y obstáculos que ha tenido para su desarrollo. En la UA y en la UCM, tengo en este momento mis más cercanos colaboradores y amigos.
La UIMP es otra cosa, ha sido un privilegio gestionarla durante seis años, y para mí ha sido una oportunidad de conocer la Universidad, universo de saberes y cultura, ese ideal que todos llevamos en la mente.
Salvador Ordóñez con el equipo rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en 2006
El Cantarano.- Sabemos que los científicos no se jubilan nunca. En tu caso, ¿qué ocupa actualmente tu interés?
Salvador Ordóñez.- En este momento estoy haciendo pequeños trabajos de campo sobre depósitos de aguas termales en Murcia y Alicante. Recientemente he revisado la “geología de la Cuenca de Madrid”, para el 150 Centenario de la Real Sociedad Española de Historia Natural cuya Bienal acaba de celebrarse. También leo y estudio bibliografía geológica del XIX; recientemente publique sobre el Bicentenario de Juan Vilanova y Piera, quien por cierto fue profesor de Daniel Jiménez de Cisneros, y sobre publicaciones de Proust y sus discípulos sobre el salitre. Así como sobre los problemas de represión y exilio de los científicos técnicos, en la “Década Ominosa” (1823-33).
El Cantarano.- Hemos visto que firmas varios artículos con tu mujer, María Ángeles García del Cura, también geóloga. ¿Tenéis más geólogos o científicos en la familia entre los ascendientes o los descendientes?
Salvador Ordóñez.- Conocí a María de los Ángeles hace más de cincuenta años y ha sido mi compañera desde entonces; el menor de nuestros hijos ha estudiado Ingeniería Geológica en la U.A., se especializó en avenidas (UPV) y se dedica al ejercicio profesional en aspectos técnicos comerciales internacionales. Nuestro hijo mayor es Profesor de Ingeniería Química en la Universidad de Oviedo; y nuestra hija es economista, y desarrolla tareas de docencia y gestión en empresa… Tengo un primo geólogo, más joven que yo, que ha trabajado en infraestructuras ferroviarias.
El Cantarano.- ¿Cómo describirías la actual situación de la geología en España y qué perspectivas de futuro le ves a esta ciencia en nuestro país?
Salvador Ordóñez.- La geología ha alcanzado un nivel de desarrollo importante en nuestro país; nuestros estudiantes son aceptados en todo el mundo ocupando puestos de responsabilidad académica y de gestión, y nuestra investigación es aceptada en el mundo global de la ciencia. El potencial es enorme en aspectos básicos y aplicados, sin embargo ni las Administraciones Públicas ni la empresa privada optimizan el uso de estos profesionales, que en muchos casos, al igual que en otras profesiones, se ven obligados a comer el duro pan de la emigración.
El Cantarano.- En el mes de marzo de este año hemos entrevistado a una geóloga y paleontóloga pionera: Ana Márquez Aliaga. ¿Cómo consideras las aportaciones de las mujeres en la geología española?
Salvador Ordóñez.- Creo que hay en España excelentes mujeres profesionales de la Geología, con importantes aportaciones, y que han tenido y tienen sobre sus hombros responsabilidades de gestión importantes. He citado a la profesora Carmina Virgili entre las personas a las que debo parte de mi formación.
El Cantarano.- Es bien conocida tu vinculación con Alicante. ¿Qué aspectos se podrían destacar como más peculiares de la geología de Alicante? ¿Qué puntos de interés geológico tiene Alicante que se puedan visitar?
Salvador Ordóñez.- Alicante está situada en pleno ámbito de las Cordilleras Béticas, es lugar de confluencia de cadenas alpinas, y lugar sin duda privilegiado para observadores atentos de una Geología muy activa. Ello atrajo la atención de los grandes tectónicos europeos, investigadores de las formaciones alpinas españolas, Fallot (Baleares y Béticas) y Blumenthal (Serranía de Ronda), que en el primer tercio de este siglo contribuyeron a definir las bases de la estructura de las Béticas, apoyándose en una pléyade de geólogos alpinos, que han sido continuados exitosamente por geólogos europeos y españoles. Me gustaría resaltar la obra del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Alicante, que ha hecho, junto con una notable labor de investigación, una amplia labor de divulgación de la Geología de la Provincia de Alicante2 a través de los Geolodías, Geogyncanas, noches de la Ciencia… que sin duda darán frutos, y permitirán extender el deseo y afición por conocer la gea-alicantina y profundizar en su conocimiento.
Salvador Ordóñez en la Geolodía celebrada en Bussot (Alicante) en 2019
El Cantarano.- Pasando a cuestiones más personales: en alguna parte hemos leído que te relacionan con la masonería. ¿Qué nos podrías decir al respecto?
Salvador Ordóñez.- Entré en contacto con esta institución en el año 1989, con motivo de un homenaje al mineralogista y librepensador, Salvador Calderón (1851-1911). Y siempre he encontrado en los principios de los librepensadores, la inspiración para el desarrollo de mi concepción ética de la vida, sin menoscabo, ni contradicciones con mi moral cristiana. Desde el año 2000, soy miembro activo del Rotary Club de Alicante.
El Cantarano.- ¿Qué querrías añadir antes de cerrar la entrevista?
Salvador Ordóñez.- Agradecimiento eterno a esta tierra de Alicante, soy alicantino de adopción, a sus gentes, a mis compañeros de trabajo que siempre me han integrado y con los que me he sentido muy a gusto y aceptado.
Salvador Ordóñez recibiendo el Premio del Consejo Social de la Universidad de Alicante
1 El impacto científico del Seminario de P. Fallot (1889-1960), sobre “les Cordillères Bétiques”, en el instituto Lucas Mallada (CSIC Barcelona, 1945)
2 Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2004. (12.1) 2-15