Consuelo Jiménez de Cisneros.
Todas las cosas se hacen por algún motivo. Hay cosas que, o se hacen bien, o no se deberían hacer. ¿Por qué se reabre por tercera vez en Crevillent, desde hace un par de meses, una exposición dedicada a Daniel Jiménez de Cisneros que adolece de evidentes defectos y que ocupa el lugar de una pinacoteca?
Hagamos un poco de historia. En 2018, dos arqueólogos crevillentinos se presentaron en mi casa de Alicante con una bonita revista etnográfica en la que se publicaba un artículo sobre mi abuelo, Daniel Jiménez de Cisneros y Hervás, firmada por ellos y por otro autor, profesor universitario. Me pedían que les cediera materiales para una exposición que querían preparar en Crevillent, donde una de esas dos personas era funcionaria del Ayuntamiento. Ante su insistencia y apasionado interés, consentí que se llevaran todo los que yo tenía de mi abuelo, a lo que añadí, con el paso del tiempo, contactos, colaboraciones y aportaciones varias. Se trataba de celebrar, en 2019, el centenario de las publicaciones de mi abuelo sobre la sierra de Crevillent, que durante un tiempo recorrió con sus estudiantes en el marco de sus excursiones didácticas y científicas, llegando a trazar cuatro rutas por la mencionada sierra y a constituirse como un pionero en los estudios de la misma.
Al principio pensé que se trataría de unas actuaciones puntuales y de una exposición temporal en la línea de lo que se hizo en Alicante en 2004: un simposio-homenaje internacional promovido por diversas instituciones de Madrid y de Alicante para conmemorar el centenario de la llegada de Daniel Jiménez de Cisneros a Alicante como catedrático de Historia Natural, en lo que igualmente colaboré mientras duraron los eventos. No podía imaginar entonces que lo que sucedería en Crevillent sería bien distinto.
UNA EXPOSICIÓN TEMPORAL SE PRETENDE CONVERTIR EN PERMANENTE
En 2020, cuando debería haber finalizado la exposición sobre Jiménez de Cisneros, llegó el confinamiento por la pandemia de COVID. Al terminar dicho confinamiento y volver a la normalidad, me encontré con la sorpresa de que se mantenía una parte de lo que fue la exposición temporal en el vestíbulo del salón de actos de la Casa de Cultura ubicado en el sótano. Se hablaba de una exposición permanente cuya justificación no estaba clara: en primer lugar, porque la permanencia no podía garantizarse en un espacio que no dejaba de ser un lugar de paso; además, no se habían solicitado permisos para prolongar la cesión de materiales que procedían no solo de la familia Jiménez de Cisneros, sino también de instituciones que posteriormente alguna de ellas ha tenido que presentar reclamaciones ante el uso abusivo y sin permiso de sus materiales. Se hablaba de proyectos pero sin ponerlos por escrito, sin concretar fechas ni ubicaciones ni condiciones. Y así pasaron cinco años.
RAZONES QUE SE ALEGAN PARA REABRIR LA EXPOSICIÓN Y SU REFUTACIÓN
¿Cuál era el motivo de prolongar esta exposición? Se argüía el éxito de visitantes, pero entonces habrá que recordar que la de Egipto (Tesoros de Tutankamón), expuesta en la primavera del año pasado, dobló con creces el número de visitantes: 6.000 la de Jiménez de Cisneros, 13.000 la de Egipto, la cual, por cierto, al igual que otras organizadas en la Casa de Cultura crevillentina, fue debidamente reseñada en mi web: https://elcantarano.com/egipto-en-crevillente/ Luego, según ese criterio, debería ser Egipto, y no Jiménez de Cisneros, la exposición que habría de hacerse permanente. Y si se me responde que qué tiene que ver Crevillent con Egipto, recordaremos que un alcalde muy popular ya insertó Egipto en la estética urbana crevillentina mediante un emblemático obelisco azul, y una pirámide decora el vestíbulo del edificio donde instalé mi efímera Fundación en el paseo de San Juan de Crevillent.
Si acudimos a otro criterio: dar a conocer la figura de Jiménez de Cisneros en Crevillent, el objetivo estaba ya sobradamente cumplido y no necesitaba -ni necesita- de más exposiciones. Jiménez de Cisneros goza de un enlace privilegiado (el número 16) en la sección de Cultura de la web del Ayuntamiento crevillentino, enlace del que no disfrutan crevillentinos ilustres como el doctor Mas-Magro, candidato el Nóbel de Medicina, o el músico Telmo Vela, ni artistas de la talla de Mariano Benlliure, del que Crevillent ofrece un museo único en el mundo por su gliptoteca. Y hay que recordar que Jiménez de Cisneros no era de Crevillente: ni nació, ni vivió, ni murió ni trabajó en Crevillente. Solo lo visitó con sus estudiantes e hizo allí sus investigaciones como estudioso de la sierra al igual que hizo en otros muchos pueblos de Alicante y su entorno, alguno de los cuales también lo ha reconocido y recordado. Doy un ejemplo: https://www.informacion.es/elda/2008/04/18/libro-describe-historia-mineria-sal-7522170.html.
A difundir la obra de Daniel Jiménez de Cisneros en el sitio donde mejor le corresponde: la sierra crevillentina, contribuyeron los paneles instalados por la concejalía de Medio Ambiente a comienzos de este año.
En consecuencia, la actual exposición no tiene justificación, y en documentos que conservo, cuando se me instó, recientemente, a recuperar todos los materiales que yo había cedido para la exposición primigenia, se especificaba que la exposición del hall del salón de actos de la Casa de Cultura se cerraba porque ya había cumplido sus objetivos y que hasta el año próximo no se retomaría el tema de Jiménez de Cisneros. Pero, de repente, solo un mes después de cerrar la exposición del sótano, se reabre en la primera planta, desplazando la pinacoteca. ¿Por qué? Al parecer, el motivo era que se iba a hacer en Crevillent una sesión de un curso de CEFIRE (formación de profesores) donde se iba a tratar “tangencialmente” la figura de Jiménez de Cisneros. Esa sesión, según el programa de Cultura, tuvo lugar un 22 de abril de este año, y estamos en junio y la exposición sigue abierta.
LAS NUMEROSAS Y VARIADAS ACTUACIONES DEL AYUNTAMIENTO DE CREVILLENTE SOBRE JIMÉNEZ DE CISNEROS
El Ayuntamiento de Crevillent ha editado publicaciones múltiples y audiovisuales diversos sobre Jiménez de Cisneros, siempre a iniciativa de estos dos crevillentinos que figuran en todos esos trabajos como coordinadores, autores e incluso “autores de la idea” en el cómic biográfico en el cual yo aparezco como co-guionista (dejémoslo así). También estos señores figuran -merecidamente, eso no se discute, solo se expone como muestra de lo mucho que ya se ha hecho sobre Jiménez de Cisneros en Crevillent- como los comisarios de la exposición sobre Jiménez de Cisneros, coordinadores y ponentes de cursos de formación sobre Jiménez de Cisneros, autores de artículos y de ponencias sobre Jiménez de Cisneros en otros foros, promotores de los talleres para los niños y los vinilos en la biblioteca sobre Jiménez de Cisneros, de los paneles junto a la calle que se le dedicó, etc. Todas estas labores y méritos derivados de las actuaciones en torno al centenario de 2019 se han reconocido y agradecido de manera reiterada, incluso tras el burofax que me enviaron los dos arqueólogos crevillentinos el 29 de febrero de 2024, que pone fin a toda posible colaboración con ellos por mi parte: https://elcantarano.com/daniel-jimenez-de-cisneros-en-la-sierra-de-crevillent/
No hay que olvidar que en 2022 se le dedicó a Jiménez de Cisneros una calle en Crevillent, la que anteriormente llevaba el nombre de Ramiro de Maeztu. Trescientas cartas escribieron los dos arqueólogos crevillentinos para lograrlo: verdaderamente había interés en ello. Y durante años (desde 2019 hasta 2023) un emblemático retrato de Jiménez de Cisneros y la publicidad de su exposición “permanente” en la Casa de Cultura aparecieron en primera línea en los boletines mensuales de la misma y en paneles informativos distribuidos a lo largo y ancho del pueblo.
¿Hace falta más? ¿No conoce ya todo Crevillent a Jiménez de Cisneros? ¿Por qué reiterar -por tercera vez- una exposición, sobre todo cuando se hace en un espacio ocupado por una pinacoteca, esta sí con justicia “permanente”, porque se trata de obras donadas por sus autores a Crevillent tras haber expuesto allí?
Es una evidencia que Crevillente se ha volcado con Jiménez de Cisneros. Su Ayuntamiento destinó más de cien mil euros a la celebración del centenario de 2019, y con ese presupuesto se entiende que hubo ocasión de hacer muchas cosas. Esto se puede publicar porque hay transparencia y el propio Ayuntamiento ya publicó en su Facebook lo que costaron los paneles que Medio Ambiente instaló recientemente en la sierra, uno de ellos, el de geología y paleontología, citando a Daniel Jiménez de Cisneros, además de un “photocall” con la figura de Jiménez de Cisneros.
JIMÉNEZ DE CISNEROS YA ERA CONOCIDO ANTES DE QUE EN CREVILLENT SE OCUPARAN DE ÉL
Se ha dado a entender que Daniel Jiménez de Cisneros era un desconocido y que estos dos crevillentinos lo han dado a conocer. Pero lo cierto es que ya desde los años veinte del siglo XX, en que Jiménez de Cisneros figura en la enciclopedia Espasa, el nombre de este geólogo y paleontólogo estaba sobradamente reconocido. Y posteriormente también: basta con leer el artículo que publiqué recientemente en la Hoja del Lunes de Alicante donde se relacionan los trabajos sobre mi abuelo desde finales de los años 80 del siglo XX hasta bien entrado el siglo XXI, anteriores todos a 2017, fecha de la primera publicación al respecto de los dos crevillentinos que han inundado (literalmente) Crevillent con la publicidad de sus actuaciones sobre Daniel Jiménez de Cisneros: https://www.hojadellunes.com/2024-el-ano-de-daniel-jimenez-de-cisneros/
UN RECORRIDO POR LA TERCERA EXPOSICIÓN DEDICADA A JIMÉNEZ DE CISNEROS EN LA CASA DE CULTURA DE CREVILLENT
No hay un discurso que justifique la actual exposición de Jiménez de Cisneros en la Casa de Cultura de Crevillent. El centenario ya pasó, no se celebra novedad alguna ni se inaugura nada. No tiene fundamento la exhibición de unos paneles (los de 2019 en su mayoría), algunos reconstruidos y renovados, que ya han sido expuestos casi seis años y reproducidos en una publicación del Ayuntamiento de Crevillent hecha en digital y en papel, por lo que su exposición física después de tantos años es redundante. Quien quiera verlos y leerlos no necesita ir a Crevillent, aquí tiene el enlace: https://www.academia.edu/41742123/Gu%C3%ADa_de_visita_Exposici%C3%B3n_Daniel_Jim%C3%A9nez_de_Cisneros_y_la_sierra_de_Crevillent._1919-2019
El recorrido que marcan los paneles va acompañado de materiales variados que demuestran que todavía hay alguien que presta cosas, las cuales aparecen amontonadas en las vitrinas y expositores. Observo que ha habido un cambio en pocos días: ya no se ve una bonita ilustración que se exhibía sin permiso, la cual, en vez de retirarla, la han recolocado en un lugar más discreto: en el lateral derecho según se entra, frente por frente de otra que también se exhibe sin permiso.
Entre los materiales hay minerales, fósiles, publicaciones, documentos. En la mayoría no pone lo que son; los minerales y los fósiles, salvo en uno de los expositores, no están identificados con etiquetas ni con letrero alguno. Tampoco pone quién los cede, de dónde proceden. Me sorprendería que instituciones como una universidad o un instituto de bachillerato cedieran sus fondos de manera indefinida, y ninguna relación profesional o amistosa podría justificar ese proceder. Hay un ejemplar del libro “Por tierras de Murcia” de 1935 que no sé si es el que regalé en su día a nuestros dos crevillentinos; hay también dos tarjetas de visita que entiendo que formarían parte de la colección de casi doscientas tarjetas de visita que me pertenece (reconozco no haber hecho relación de todas). Hay fotografías que se exhiben y no me queda claro si hay permiso o no para exhibirlas porque tampoco figura su procedencia.
POR QUÉ NO PUEDO APOYAR LA TERCERA EXPOSICIÓN SOBRE DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS EN CREVILLENT
Además de por todo lo ya mencionado, nadie me informó de que se hacía una tercera exposición, pese a ser la nieta de Daniel Jiménez de Cisneros y la persona que más ha trabajado en el legado de mi abuelo como puedo acreditar. Las dos exposiciones anteriores, tanto la temporal como la llamada “permanente”, fueron repetidamente visitadas por mí, acompañada de un gran número de personas que aprovecharon para conocer Crevillent más allá de estas exposiciones. Algunas entradas de mi web dan fe de estas visitas: https://elcantarano.com/este-verano-exposicion-daniel-jimenez-de-cisneros-el-inicio-de-la-investigacion-geologica-y-paleontologica-en-la-sierra-de-crevillent/; https://elcantarano.com/visita-a-la-exposicion-permanente-de-daniel-jimenez-de-cisneros-en-crevillent/.
Vuelvo a la tercera y última exposición por el momento. Respecto a las fotografías y por si alguna me perteneciera, debo aclarar que no he dado permiso para que se expongan y que así lo manifesté por escrito a la concejalía de cultura el 1 de mayo sin recibir respuesta hasta el día de hoy. Copio unas líneas de ese escrito para que se entienda por qué niego el permiso: “El pasado 23 de febrero, atendiendo su solicitud para disponer de los textos y objetos de mi abuelo, Daniel Jiménez de Cisneros, para su reproducción fotográfica, escaneo, etc. y su posible publicación digital o impresa, yo di mi autorización más amplia. Seis días después, el 29 de febrero, recibí un burofax firmado por los sres. …. que, por su contenido y su tono, pone punto final a cualquier posible colaboración con ellos…”
Lo anterior no obsta para que yo pueda seguir colaborando con la cultura crevillentina en otros ámbitos, como ya lo he venido haciendo a lo largo de estos últimos años, de lo que dan fe dos fotografías que ofrezco a continuación, que solo son un botón de muestra de mi presencia en la vida cultural crevillentina.
CONCLUSIÓN
Esta sobreexposición de Jiménez de Cisneros en Crevillent lleva años criticándose por un sector de la población crevillentina, incluyendo personas relevantes de la vida pública local. Además, teniendo en cuenta lo que ha sucedido desde el 25 de diciembre de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, resulta extraño que los dos arqueólogos crevillentinos sigan obstinados en mantener abiertas más exposiciones sobre Jiménez de Cisneros cuando parece que ya lo han hecho todo sobre él y no cabe añadir más. Los recorridos se agotan, todo tiene un principio y un final en la vida, y es mejor aceptarlo que prolongar algo que ya no tiene sentido. En estas circunstancias, lo más lógico sería clausurar la actual exposición y devolver los materiales a sus propietarios, sean instituciones o particulares.
Si alguien quiere ceder algo de Jiménez de Cisneros a Crevillent, parece más apropiado que se aguarde a que se haga realidad alguno de los proyectos que baraja el Ayuntamiento crevillentino y la cesión se formalice legalmente, con documentos debidamente protocolizados, y los materiales vayan a parar a un espacio que se pueda considerar definitivo, sin desplazar otras exposiciones como es el caso en estos momentos. Solo así se mantendrá la memoria de Daniel Jiménez de Cisneros en Crevillent con la dignidad que merecen, tanto el ilustre geólogo como el pueblo de Crevillent.
REPORTAJE FOTOGRÁFICO