Celú, la loba que se fue del clan

Portada Celu, la loba que se fue del clan

La literatura infantil y juvenil ha sido uno de los territorios a los que Consuelo Jiménez de Cisneros ha prestado una especial atención, como se puede ver en su trayectoria literaria, donde destaca el Premio Ala Delta, obtenido en 1994 con su novela Aún quedan piratas en la Costa de la Muerte. A ello se añaden sus dos décadas de promoción de la lectura en colegios e institutos. A lo largo de esas dos décadas, Consuelo escribió diferentes novelas y adaptaciones dedicadas al lector joven y al estudiante de español. Algunos títulos fueron publicados en editoriales comerciales. Edelvives publicó una adaptación del Quijote y dos novelas juveniles: Vaqueros de marca y Al otro lado de la esfera. También escribió dos biografías adaptadas para niños y jovenes de la fundadora del colegio donde estudiaban sus hijos: Madre Paula, la amiga de los niños (cuento ilustrado por Esperanza Reinante), biografía infantil de Paula Gil Cano, Fundadora de las Hermanas Franciscanas de la Purísima y Mi nombre en el cielo, biografía juvenil de Paula Gil Cano, (Murcia, 1995). Edelsa publicó ocho biografías adaptadas para estudiantes de español en su Colección de lecturas graduadas «Grandes personajes de la Historia» (ocho biografías adaptadas, con propuestas didácticas): El sueño de Cristóbal (Cristóbal Colón), El Héroe castellano (Rodrigo Díaz de Vivar), La reina católica (Isabel de Castilla), El manco de Lepanto (Miguel de Cervantes), El secreto de una mirada (Diego Velázquez), Retrato de una época (Francisco de Goya), El trágico destino de un poeta (F. García Lorca), No llores por mí, Argentina (Eva Perón). Finalmente cabe mencionar su incursión en la didáctica musical: Diez canciones para la escuela. Música e Instrumentación: Juan Miguel Asensi. Letra: Consuelo Jiménez de Cisneros. (Alicante, 1983). Otros textos quedaron inéditos y son los que se irán recogiendo en estas publicaciones mensuales de El Cantarano.

En este mes de abril y bajo el rótulo de Celú, la loba que se fue del clan se esconden dos historias más: Un fantasma junto al sauce y Más allá de la ciudad. Estas tres novelas escritas en el quicio del siglo XX y el siglo XXI son anteriores al auge de las nuevas tecnologías y están ambientadas en un mundo que parece ya muy remoto, en el que aún existen los telegramas y no se mencionan los teléfonos móviles ni las redes sociales. Ese mundo perdido que se sitúa tan cerca cronológicamente y tan lejos emocionalmente de nuestro presente.

Pertenecen a muy diferentes géneros narrativos dentro de lo que se considera literatura infantil-juvenil, rótulo ciertamente ambiguo cuyas fronteras no suelen estar muy delimitadas. Así sucede en la primera historia, Celú, la loba que se fue del clan, alegoría ambientada en el mundo animal pero inspirada en hechos reales vividos por la autora. La segunda, Un fantasma junto al sauce, bajo la apariencia de una historia de intriga y de fantasmas esconde otra de complejas relaciones familiares. En cuanto a la tercera, Más allá de la ciudad, pertenece al género de la ciencia-ficción al que añadiríamos el adjetivo de «humanística», puesto que reivindica valores morales más allá de la historia fantástica. 

En la edición que hace el número 10 de la colección Literal, destinada a rescatar la obra inédita de Consuelo Jiménez de Cisneros, destaca la portada diseñada por el Catedrático de Dibujo y reputado artista valenciano Manuel Mas.

 

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