Consuelo Jiménez de Cisneros ha volcado gran parte de sus aficiones literarias en la escritura dirigida a niños y jovenes, inspirada por su condición de docente, de madre y recientemente de abuela. Desde 1994 en que obtiene el Premio Ala Delta de la editorial Luis Vives con su novela Aún quedan piratas en la Costa de la Muerte hasta 2022 en que compone un poemario bilingüe en español y en francés para sus nietos editado en El Cantarano (Bonne Année, mes petits), Consuelo ha redactado un amplio conjunto de libros dirigidos a los más jóvenes en variados géneros: narrativa de ficción, biografías y poesía.
En esta ocasión, presenta el segundo tomo de tres historias para niños y jóvenes que fueron escritas en los primeros años del siglo XXI y combinan experiencias y vivencias con fantasías y lecturas. Alas de murcielago cuenta un relato sobre el tópico de los animales fantásticos en clave realista. Boris, nuestro perro quiere ser un homenaje a las mascotas perrunas que han acompañado la infancia de tantos niños. Antón vuelve a su pueblo es una historia dramática en la que se recogen las experiencias de infancia del protagonista en un pueblo que les sirve de refugio para escapar de una situación de maltrato. En todas ellas brilla un estilo sencillo y coloquial y un objetivo educativo que resalta la importancia de valores como el esfuerzo, la alegría y la generosidad. Los escenarios son variados y van del campo a la ciudad, de la intimidad doméstica a la escuela y los espacios callejeros, trazando un retrato tierno y realista de los personajes. Sin duda, un testimonio de los que fueron o pudieron ser las infancias de bastantes adultos actuales.