Reseña de Consuelo Jiménez de Cisneros.
LA VUELTA AL MUNDO DE UNA NÓMADA es un libro atractivo ya desde su título, que nos remite a los libros de viajes, de larga trayectoria y grata lectura, que forman parte de algunos de esos buenos ratos incrustados a lo largo de nuestra vida. Es además una reivindicación de que las mujeres también viajan, hay que recordar que desde no hace tanto tiempo. Tampoco hay que olvidar que hubo pioneras, en los inicios del siglo XX e incluso antes (la medieval monja Egeria sería la primera registrada históricamente) que recorrieron África y el Oriente: mujeres excepcionales por muchos conceptos, que disponían, además de salud y de temperamento para la aventura, de recursos que la financiaran. Hoy en día, por suerte, el género no importa; viajeros y viajeras, solos y acompañados, inundan aeropuertos y estaciones y transitan ciudades y caminos con total normalidad.
La colorida portada nos ofrece la estampa estilizada de un escenario exótico en el que una mujer mochilera vista de espaldas contempla una cascada. Esa mujer podría representar perfectamente a la autora, Victoria, Viki para los amigos, y con ese diminutivo me firma su amable dedicatoria. Es una imagen que además transmite esa alegría de vivir inherente a la escritora, mujer que se podría definir como una emprendedora literaria que ha conseguido un, nada desdeñable, éxito de lectores a través de la gestión de sus obras por Amazon. El exótico apellido con que firma sus libros es el de su marido, compañero habitual de sus viajes. Porque, desde luego, este libro no es ficción, sino documento minucioso y ameno de las múltiples y variadas correrías de la autora.
El valor del viaje se refleja en las tres citas que la autora elige para iniciar su libro: de Lao Tsé, de Nicolás Bouvier y de Mark Twain. Esta elección da idea del cosmopolitismo cultural de la escritora y de su variado mundo referencial. Al respecto, hay que decir que «La vuelta al mundo de una nómada» no es solo un libro de viajes: es un combinado de tres libros en uno, tal como reza su subtítulo: «Viajes, leyendas y recetas». En efecto, la autora, con un estilo coloquial, prácticamente conversacional, relata en primera persona sus experiencias como turista y viajera, alternándolas con la inserción de leyendas e historias típicas de cada lugar y con recetas de cocina fáciles de hacer, según ella misma explica, aportando su experiencia más directa.
Con este libro se recorre el mundo entero: los cinco continentes de los que se seleccionan lugares variopintos y emblemáticos de la naturaleza y el arte, ciudades y espacios naturales. A lo que se añaden dos capítulos sobre el Océano Glacial Ártico y el Antártico para finalizar con «Tres islas preciosas» (Madeira, Hawai, Thasos). La autora promueve el contacto con el lector anotando al final sus redes sociales y su disposición a la comunicación. En definitiva, se trata de un libro que busca la complicidad del lector, el cual se reconocerá en los lugares que conoce y ampliará su visión y conocimiento del mundo sobre los que no conoce, comprobando los muchos mundos que hay en este. Como decía Cervantes, «El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho«. En conclusión, este es un libro recomendable para viajeros empedernidos y para quienes practican el viaje más cómodo y económico desde su sillón de lectura.